El papel del Estado en las políticas productivas debe enfocarse en fomentar sectores económicos que generen mayores ingresos a la población.
El asesor senior del departamento de investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ernesto Stein, compartió en el auditorio del Banco Central de Reserva (BCR) esta y otras reflexiones sobre nuevas formas de ver las política de desarrollo económico.
De acuerdo con el experto, la región debe abandonar la antigua visión sobre las políticas de desarrollo las cuales estaban más enfocadas en proteger a los sectores económicos locales.
Durante la presentación de su libro: “¿Cómo repensar el desarrollo productivo?”, el investigador dijo que prácticas como impuestos a la importación o subsidios directos a sectores productivos no tuvieron un gran impacto aumentando la productividad en la región o facilitando la transición a productos mejor remunerados.
Stein defiende que el Estado debe tener un rol importante impulsando los cambios productivos, pero con mucho cuidado.
“El Estado tiene que jugar un papel importante… uno está buscando diversificación hacia productos que generan mayores ingresos, productos intensivos en conocimientos o que abren las puertas a otros productos”, expresó.
Con esa lógica opinó que el corazón de una política productiva debe estar en la solución de problemas a través de servicios públicos. Por ejemplo, la creación de carreras que sean necesarias para el mercado laboral, o la mejora de los currículos académicos.
Políticas de intervención como subsidios o impuestos deben utilizarse con sumo cuidado, señaló. Según la investigación hecha para su libro, estas prácticas degeneraron en favoritismos para algunos sectores.
En su presentación Stein utilizó como ejemplo dos políticas para la producción de arroz, una en Argentina y otra en Costa Rica.
En el país sudamericano los productores crearon un impuesto para financiar la investigación y desarrollo de una nueva variante de arroz.
En Costa Rica se colocaron requisitos a la importación.
La productividad en el primer caso mejoró, mientras en el segundo incluso bajó.
Con ello señaló que el resultado de políticas de intervención directa dependen del enfoque que decida adoptar el Estado y el sector privado.