Estados Unidos, el sueño de Indufoam

La empresa aspira a llevar los productoas fabricados en El Salvador a los estados de Utah, Nueva York y Kentucky. Las negociaciones se encuentran en una etapa inicial.

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La empresa planea llevar sus camas y accesorios fabricados en El Salvador a los estados de Utah, Nueva York y Kentucky. Las negociaciones ya están en curso.

/ Foto Por EDH

Por Guadalupe Hernández

2015-10-26 11:20:00

Nueva York, Utah, y Kentucky, en Estados Unidos, son los mercados adonde Indufoam tiene proyectado ingresar con sus líneas de productos en camas y accesorios, como forros para colchones, almohadas y sobrefundas, entre otros.

El sueño del fabricante salvadoreño es también exportar al mercado europeo, confirmó la semana pasada su presidente, René Toruño, durante la firma de un convenio para instalar una planta de energía renovable, junto a la española Ennera.

Los planes de Indufoam de expandir sus ventas hacia el mercado estadounidense y europeo también fueron expuestos por el fundador de la empresa en agosto pasado, cuando la compañía fue galardonada con el premio a la “Trayectoria Exportadora”, en la trigésima novena edición de los premios de la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport). Indufoam ganó ese reconocimiento por posicionar sus productos en los mercados internacionales y mantenerse en constante innovación.

En lo que se refiere al mercado estadounidense, las negociaciones aún están en una fase inicial, pero ya enviaron muestras.

Mientras ese sueño se concreta, Toruño dijo que la compañía le seguirá apostando por el crecimiento de las exportaciones en los mercados actuales, desde su planta de producción ubicada en la zona industrial del Valle de San Andrés, en Ciudad Arce, La Libertad.

En la actualidad, Indufoam produce unas 1,000 camas al día, de las cuales el 51 % se exporta a los mercados de México, Belice, Centroamérica, Panamá, Colombia y Perú.

En la región centroamericana es donde experimenta los mayores crecimientos, principalmente en Nicaragua y Costa Rica.

Toruño, quien a lo largo de 30 años ha realizado constantes inversiones en El salvador, espera que en los próximos cinco años las exportaciones pasen del 51 % al 90 % de la producción.

Sobre el desempeño de las exportaciones, el empresario añadió que éstas crecieron un 14 % entre enero y septiembre de este año en comparación con el mismo período de 2014. Mientras tanto, las ventas en el mercado doméstico han observado un aumento del 4 %.

Toruño sostuvo que la empresa cuenta con convenios de licencia firmados con la marca de colchones Simmons, considerada la más grande del mundo, y con la multinacional Pikolin, de España, que es reconocida por ser líder en el mercado europeo en la fabricación de artículos para el descanso. La firma salvadoreña también produce las camas de su propia marca: Indufoam, con lo cual completa su portafolio de marcas.

La expansión

El crecimiento de Indufoam va de la mano con un agresivo plan de inversiones diseñado para períodos de 10 años. Por ejemplo, en 2003 la empresa construyó la planta de producción en la que opera actualmente, en una extensión de 45 mil metros cuadrados de construcción (área techada). Pero muy pronto se presentó la necesidad de realizar ampliaciones, según explicó Toruño.

En ese entonces, la inversión para la construcción de la planta rondó los 15 millones de dólares.

En la actualidad, la empresa se encuentra en pleno proceso de expansión, para alcanzar en los próximos tres años los 90 mil metros cuadrados de construcción.

La inversión, que en los últimos tres años ha registrado un promedio de 5 millones de dólares anuales, incluye la adquisición de equipo con tecnología avanzada y capacitación del personal.

“De aquí a los próximos diez años, las inversiones se van a mantener arriba de los cinco millones de dólares anuales”, detalló el empresario.

La meta de Indufoam es desarrollar las 20 manzanas de terreno que posee.

La ampliación de la infraestructura será destinada para la gama de la línea de accesorios, en la cual han tenido alta demanda y crecimiento. Mensualmente, producen 25 mil accesorios.

“Le estamos apostando a esta línea no
solo en la región, sino en el mundo entero”, afirmó el director de Comercialización,
José Roberto Gutiérrez.

La expansión física y la compra de equipo sin duda impulsará el crecimiento de las exportaciones de camas y accesorios, al igual que permitirá ir conquistando nuevos mercados y generar más empleos. Gutiérrez señaló que en la actualidad Indufoam tiene una participación del 53 % del mercado local, y la visión es ir aumentando esa tajada.

“Por eso, la empresa no deja de invertir en maquinaria más eficiente, productiva y que minimice los errores humanos”, apuntó.

Otra apuesta: el ahorro energético

Este año, la inversión incluye 2.5 millones de dólares para instalar sobre el techo industrial la primera etapa de una planta de energía solar.

El proyecto será construido por la empresa española Ennera. En una primera etapa, la planta generará 2 Megawatts (MW) de energía limpia, una cantidad similar al consumo de energía de 1,700 familias salvadoreñas.

Con la ejecución de la segunda etapa se estarían completando los 4 MW y una inversión total de 5 millones de dólares.

Indufoam Energy Supply, empresa hermana de Indufoam, se encargará de instalar en el techo de la planta de la empresa paneles solares que tengan en una primera fase la capacidad de producir 2 Megawatts de energía.

Energy Supply será, además, la encargada de vender la energía excedente a los distribuidores locales, ya que Indufoam solo requiere un Megawatt para sus operaciones.

La empresa espera recuperar la inversión que hará con la instalación de la planta en los próximos cinco años.

La española Ennera es una filial de energías renovables del Grupo CAF, una compañía especializada en el aprovechamiento de las fuentes renovables con soluciones a medida, la cual tiene negocios en las áreas de proyectos solares fotovoltaicos y otras soluciones renovables “llave en mano” para torres de telecomunicaciones, miniredes y alumbrado público.

El equipo completo se estima que se ponga en unas 40 semanas. La idea es terminarla planta antes de 2016, dijo la semana pasada Iker Zubiaurre, director de Desarrollo para Centroamérica de la empresa Ennera, durante la firma del convenio.

A partir de esa firma, Ennera diseñará, construirá y monitoreará la operación de la planta fotovoltaica.