Amenazada producción de alimentos por deterioro del suelo

El reto para 2050 es incrementar un 60 % la producción de alimentos. Presidente de CropLife señala que en Centroamérica el tema no tiene la atención que merece.

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Foto Archivo EDH / Foto Por Archivo

Por Patricia García

2015-09-13 9:30:00

Los niveles de deterioro que experimentan los suelos debido a factores como la mala conservación, la acidificación, la contaminación y principalmente por la falta de políticas publicas encaminadas a protegerlos, ha puesto en peligro la alimentación mundial, según lo destacan representantes de organismos internacionales.

Desde hace varios años diversas instituciones vienen alertando sobre la necesidad de hacer un manejo sostenible del suelo, ya que el crecimiento poblacional implica que la producción de alimentos debe incrementarse; pero al menos en la región centroamericana no parece que se le preste atención al problema, de acuerdo con el presidente de CropLife Latin America, José Perdomo.

“Costa Rica está hablando del tema, pero el resto de países, con la situación política que están viviendo, las prioridades ahorita están en mantenerse en el poder o en procesar elecciones, o en administrar lo que tienen, y la agricultura y el manejo del suelo está tan lejano en este momento, que yo diría que no tiene la atención que merece y que debe tener”, apuntó.

De acuerdo con datos presentados durante el foro “El suelo: aliado silencioso de la productividad agrícola”, organizado por CropLife Latin America y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Costa Rica, el nivel de degradación de los suelos  ha alcanzado hasta un 33 %, lo que supone un gran riesgo para la producción.

Para el director regional de CropLife, Martín Zúñiga, el tema de la conservación de los suelos ha sido olvidado por muchos y debido a esto, millones de hectáreas continúan perdiéndose cada año.

Según las cifras de las entidades internacionales, cada año se pierden 50 mil kilómetros cuadrados de suelo, y para lograr recuperar por lo menos un centímetro, deben pasar entre 100 y mil años.

Tomando en consideración que el  95 % de los alimentos que consumimos tienen relación directa con el suelo, que no estamos haciendo nada por conservar la calidad en la tierra y, además, el aumento desmedido en los indices de natalidad, la situación puede tornarse más complicada.

“En 1970 las reservas de alimento en el mundo eran menores que las de hoy, pero eran suficientes para alimentar a todo el mundo; pero hoy en día tenemos la reserva más grande pero solo alcanzaría para dos meses”, señaló Zúñiga.

El reto a futuro no es nada fácil. Para 2050 se debe incrementar hasta un 60 % la producción de alimentos para lograr alimentar a una población mundial que se espera supere los 9,000 millones de personas,  según lo ha advertido la FAO.

El problema, tal como lo señalan, es que en muchos países no se están tomando medidas para hacer un manejo sostenible del suelo, lo que podría aumentar el 50 % el rendimiento de la producción.

El Salvador se queda bastante atrás
Aunque este año el ministro de Agricultura y Ganadería, Orestes Ortez; la ministra de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Lina Pohl, y el representante de la FAO en El Salvador, Alan González, llevaron a cabo el  lanzamiento del Año Internacional de los Suelos,  las acciones para mejorar la calidad de estos, aún no parecen llegar.

El titular de Agricultura señaló que este año se ejecutarían  dos proyectos orientados a contribuir a la restauración de los suelos en El Salvador, sin embargo, más allá de políticas, representantes de organismos internacionales señalan que se necesitan acciones.

A criterio del director del centro de investigaciones de la Universidad de Costa Rica, Carlos Henríquez, el suelo es un recurso fundamental y necesario que se debe cuidar pero no con leyes o anuncios, sino con acciones concretas.

“No es lo mismo tener un papel, que tener la implementación y la gobernanza”, agregó.

“Si no producimos más va a haber más hambre. Estamos viendo que los esfuerzos son pobres y creemos que es importante tratar de apoyar al agricultor que llega tres veces al día a su casa”, destacó el ejecutivo de CropLife.

Para Perdomo, una de las principales apuestas debería estar enfocada en educar a los agricultores, para que estos puedan implementar practicas que provoquen un menor daño a los suelos. 

Según lo apuntan, la pobreza de muchos agricultores no les permite tener áreas de barbecho, lo cual es recomendado para que los suelos descansen y puedan reponerse porque permanentemente se están explotando, sin ninguna capacidad de reposición.