Industrias La Constancia (ILC) continúa su apuesta por contribuir con el crecimiento económico del país, por ello ejecuta $6.3 millones dentro de su programa 4e “Camino al Progreso” para apoyar a microempresarios para que puedan mejorar sus negocios.
Muestra de ello es que la compañía llevo a cabo ayer la graduación de 378 microempresarios más, quienes han tenido la oportunidad de acceder a capacitaciones y asesoría técnica financiada por ILC, para que sus empresas puedan salir adelante.
De acuerdo con el vicepresidente de Industrias La Constancia, Rafael Pleitez, con este programa ya suman 1,408 empresarios, dueños de tiendas, comedores y pupuserías que se han visto beneficiados en los últimos seis años.
La meta de la compañía es fortalecer a 18 mil empresarios de la pequeña y mediana empresa de El Salvador para 2020.
“Con esa visión de negocio inclusivo es que en ILC decidimos crear 4e, Camino al Progreso, para poder contribuir al crecimiento de nuestros empresarios pymes y contribuir a mejorar sus condiciones de vida a través de un programa de asistencia técnica, asesoría y acceso al financiamiento”, expresó el presidente de ILC, Rafael Alvarez.
Este programa cobra cada vez mayor protagonismo y es visto con buenos ojos por otras instituciones que creen que El Salvador puede experimentar un mejor crecimiento si se unen fuerzas.
Representantes de ILC destacaron que gracias a la alianza con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Banco Agrícola, han desarrollado un producto financiero especial para los participantes de 4e Camino al Progreso, con el cual se les brinda financiamiento a los empresarios para que puedan comprar mobiliario, mejorar locales y más.
Hasta la fecha ya se han otorgado 32 créditos por un monto total de $154,110 a los clientes del programa de ILC.
Resultados positivos
Del nuevo grupo de graduados del programa 4e Camino al Progreso de Industrias La Constancia, la compañía destacó que un 59 % eran mujeres dueñas de negocios a nivel nacional, se logró aumentar en promedio un 23 % de los ingresos generales de los graduados y un 70.5 % de los participantes ya tienen un salario asignado.
Además, el éxito que ha significado la implementación de este programa en El Salvador, ha hecho posible que desde 2013 se replique en seis países más de América Latina donde Sab Miller y sus subsidiarias tienen operaciones.