Luis Cardenal: “Nos espera un precipicio”

Gremiales de la empresa privada aseguraron que la situación económica del país está encaminada a una crisis

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Luis Cardenal, presidente de Camarasal, advierte sobre las repercusiones de continuar en la misma situación de deterioro económico y social

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2015-07-28 12:02:00

  

Representantes de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) y la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal) aseguran que si el país continúa en el mismo camino de deterioro de sus indicadores económicos y sociales se estaría encaminando a una crisis.

De acuerdo con Luis Cardenal, presidente de la Camarasal, reiteró que “lo que nos espera es un precipicio” si la situación del país no cambia. El problema con esto es que los representantes de las gremiales consideran que este Gobierno ha sido “el que más ingresos tiene y el que peor mantiene al país”,

Con esto se refieren a que en el último quinquenio, el Gobierno del FMLN ha incrementado el ingreso tributario pero aún así continúa endeudándose. Para ellos, el Estado ha demostrado tener los recursos para mejorar las condiciones del país, pero no los ha utilizado para cambiar el rumbo de la nación hacia un mejor crecimiento.

Por otra parte, Jorge Daboub, presidente de la ANEP, expresó que “las crisis hacen que la sociedad desesperada le permita al Gobierno les resuelva sus problemas”, es decir, que el Estado quite las libertades de la población con la excusa que ellos resolverán sus problemas.

Daboub reiteró que “lo que está haciendo mal (el Gobierno) es que está siguiendo un modelo que ha fallado siempre” que crece desproporcionalmente, con esto se refiere a que el Estado ha incrementado su gasto en un promedio de 18% anual; para el agremiado esto debería traducirse en mejor salud, educación y seguridad, “pero sólo se ha convertido en más empleados públicos, más despilfarro y más ineficiencia”.

“El problema del Gobierno no es un problema de recursos, es un problema de malas políticas públicas”, agregó.

El directivo de la ANEP considera que en el país se está implementando el socialismo del siglo XXI en los ámbitos económicos, políticos y sociales. Prueba de eso, explicó, es el amedrantamiento hacia la sociedad, empresarios y medios de comunicación para evitar señalamientos de su “incapacidad de resolver los problemas”.

Esto lo menciona haciendo referencia a las acusaciones del Gobierno hacia los empresarios de estar “fraguando un golpe de Estado”. “Aquí los que matan a cinco mil salvadoreños, los criminales, tienen tregua, los que tratamos que la gente viva mejor, que los problemas se resuelvan, nos llaman desestabilizadores. Más claro que esto imposible: es la irresponsabilidad más grande ante la incapacidad más grave”, concluyó.

Cardenal reforzó esta idea, expresando que “esto es parte de una estrategia para tratar siempre de desviar la atención, lo que estamos viendo es grave y el Gobierno no tiene solución, entonces, distrae la atención hacia otro campo”.

Con esto se refiere a que el Gobierno se pone a la defensiva ante aquellos que son críticos de ellos en lugar de dar explicaciones. Para él, esta es una estrategia de “siempre culpa a otros de los problemas que no tienen capacidad de resolver”.

Ejemplificó mencionando que estas excusas pasaron de ser los “20 años de ARENA a los empresarios que no pagan impuestos a los medios de comunicación, pero nunca es culpa del Gobierno”.

Pero el involucramiento de la empresa privada con el Estado ha sido constante, puesto a que, desde el inicio del gobierno del FMLN, ellos ha estado brindando propuestas para mejorar la situación deteriorante del país, sin embargo, desde ese momento han sido criticados y acusados de ser “desestabilizadores del Estado y que no queríamos que el Gobierno prosperara”.

“Todo lo dijimos que iba a suceder al comienzo del gobieno se ha venido dando, nada de lo que dijimos que iba a pasar ha dejado de pasar”, aseveró.

Para los agremiados, la situación económica del país es un grave problema puesto a que se ha llegado a un punto de falta de crecimiento y poca inversión. Pero cuando el sector público genera acusaciones al sector privado de fraguar un golpe de Estado, lo que logra es que menos inversionistas deseen entrar al país.

“Tenemos crisis de transporte, crisis de seguridad, hay tumbas clandestinas que no han sido abiertas, la inversión no viene, el crecimiento no se da, tenemos crisis en las pensiones y el Gobierno está concentrado en atacar a aquellos que les hacen propuestas pero son críticos de ellos”, concluyó.