Inicia la primera fase de unión aduanera bilateral

Guatemala y Honduras integraron operaciones en dos de sus fronteras

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De dos ventanillas de atención en fronteras de Guatemala y Honduras, se pasaría a una sola. Para enero se espera que las instalaciones sean solo para control de paso. Foto EDH/ Archivo

Por Rodolfo Ortiz negocios@eldiariodehoy.com

2015-06-01 8:00:00

Guatemala y Honduras unificaron ayer las operaciones en los pasos fronterizos de Agua Caliente y El Florido. La acción es un paso para lograr la integración aduanera entre ambos países y facilitar el comercio.

“Esta primera fase consiste en la mudanza de una de las aduanas hacia la otra; en las dos fronteras que funcionan en Chiquimula, Guatemala y Copán, Honduras”, explicó al periódico guatemalteco Siglo 21, Boris Cabrera, uno de los asesores en el proceso bilateral.

El cambio implica únicamente un movimiento físico. La autoridades de seguridad, migración y sanidad de ambos países seguirán trabajando en la frontera. La diferencia es que en lugar de hacer trámites y chequeos en dos ventanillas, solo se hará en una.

Periódicos de ambos países publicaron, entre abril y mayo pasado, que la comisión de trabajo decidió implementar la integración aduanera en dos fases. La primera inició ayer y la segunda arrancará en diciembre próximo.

La segunda fase depende de que los diputados de cada país aprueben un plan de implementación, con el que se armonizarán, en la medida de lo posible, los trámites sobre impuestos, migración y registros sanitarios.

Además, Siglo 21 publicó que en la segunda fase se instalarán los puestos periféricos y las fronteras serán solo “puestos de paso y control”.

Con dicha iniciativa se buscaría agilizar el paso, reduciendo el cuello de botella por las fronteras. La medición del peso de un contenedor, inspecciones o fumigaciones se realizarían en los puestos periféricos.

El canciller de Honduras, Arturo Corrales, dijo con anterioridad a la prensa de su país que la segunda fase significa “la desaparición de las (tres) aduanas terrestres y el surgimiento de las aduanas periféricas”.

Una vez se establezcan las aduanas periféricas, los productos y personas que ingresen al territorio compartido de los dos países solo deberán hacer un trámite. El viaje entre Guatemala y Tegucigalpa, por ejemplo, tendría paso libre.

Todo este proceso debería estar completo el 1 de enero de 2016, fecha en que se consideraría una integración aduanera completa.

La Prensa, de Honduras, conversó con el empresario Abraham Bennaton, integrante del comité consultivo para el establecimiento de la unión aduanera, quien destacó que cumplir con la meta del 1 de junio “es una señal clara de la decisión política de las naciones de llevar a cabo la integración”.

Además, los medios de ambos países han señalado que la Unión Europea se ha ofrecido como observadora del proceso. Dicha región es un ejemplo de integración económica, monetaria y política.

Proceso regulado

El economista y asesor en temas comerciales Rigoberto Monge valoró como muy positivo el proceso que siguen nuestros vecinos para lograr la unión aduanera. Expresó que no basta con declararla, sino que requiere un gran trabajo técnico que involucra a funcionarios de varios niveles y carteras de estado.

“Nos ha gustado que el enfoque de Guatemala y Honduras es el convenio marco de los cinco países. En la ruta de trabajo se establece una serie de comités técnicos que tienen que lograr armonizar todo. Por ejemplo, entre Guatemala y Honduras hay 313 partidas arancelarias que deben armonizarse primero”, explicó.

En 2007 los cinco países de la región firmaron un convenio que establecía una ruta de trabajo: facilitar el comercio y el tránsito, armonizar aranceles y registros sanitarios y por último crear las instituciones para una administración compartida de las fronteras.

Sin embargo, aunque los esfuerzos de unión aduanera se remontan a 1960, el avance ha sido muy lento debido a que no se ha logrado cumplir una ruta de trabajo técnico.

“Requiere una voluntad política para llegar a un acuerdo, pero también hay un problema de las burocracias que, en vez de facilitar el tráfico, tratan de obstaculizarlo”, añadió el economista Manuel E. Hinds.

El lento avance se debe a que esa voluntad política no ha estado enfocada en facilitar el comercio regional, dijo.

El proceso ha despertado interés en las autoridades y empresarios de El Salvador. Sin embargo, nuestro país ha decidido no participar de forma activa (ver nota aparte).