Una poderosa pareja mexicana, Jorge Vergara, y Angélica Fuentes (de 60 y 52 años), propietarios de la empresa Omnilife, protagonizan un litigio penal y mercantil que no sólo ha puesto en riesgo el manejo de la compañía, sino también del club de fútbol Las Chivas de Guadalajara.
El caso ha sido publicado en el periódico El País, por la periodista Verónica Calderón, en cuya historia destaca que el divorcio no ha sido puesto en tela de juicio en los tribunales mexicanos, en ningún momento.
Hace un mes, Vergara aprovechó la ausencia de su mujer para desarmar la estructura de la empresa conformada por gente de confianza de ella y acusó a su esposa en los juzgados por administración fraudulenta.
“El porvenir de una empresa con 6,000 empleados, repartidos en 19 países, y que ha obtenido ganancias de hasta 1,000 millones de dólares al año, según sus propias cifras, lo decidirán los tribunales”, cita el periódico. Omnilife es una empresa dedicada a la venta de suplementos alimenticios.
El litigio no es por mal manejo de los negocios, sino por sacar a la venta las acciones de Las Chivas de Guadalajara. Los abogados del marido de Fuentes (dueña del 49% de la empresa) alegan que ella utilizó la firma de su esposo sin consultarle, para vender acciones de Las Chivas, por entre 196 y 260 millones de dólares.
Esta venta ha sido considerada una de las más costosas en concepto de cesión de derechos, sólo por debajo del Barcelona y del Real Madrid. Los interesados en comprar a Las Chivas solicitaron revisar las cifras y fue allí que la gente de Vergara, el marido de Fuentes, descubrió que estaban alteradas.
Mientras se resuelve el litigio, la publicación cita que la pareja, quienes se conocieron en 2007 y se casaron en la India, montados sobre elefantes, pasan sus vacaciones en Punta Mita, un exclusivo destino en México.