NUEVA YORK. A Wall Street ya no le preocupa lo que es inevitable, que la Reserva Federal (Fed) desbloquee los tipos de interés, sino que simplemente quiere saber el cuánto y, sobre todo, el cuándo de la subida, algo que tiene la esperanza que suceda mañana o el miércoles en la comparecencia de Janet Yellen ante el Congreso.
La presidenta de la Fed ya afirmó en su día que el nerviosismo de los mercados no era un argumento de peso para urgir a definir una medida tan dependiente de las fluctuaciones de la economía estadounidense, pero según los analistas entre mañana y pasado es probable que, finalmente, sucumba a concretar su plan.
Esa subida de tipos de interés, que desde 2008 han permanecido entre el 0 y el 0.25 % como medida de estímulo durante la crisis, emanciparía totalmente a los mercados de la ayuda del Banco Central estadounidense, algo que aterra y libera de igual manera a los inversores.
Por eso, con el que puede ser el fin de la incertidumbre, los índices se repartieron ayer entre las ganancias y las pérdidas. El Dow Jones, tras conseguir su primer récord de 2015 el pasado viernes, descendió sensiblemente pero todavía tiene a tiro una segunda plusmarca.
En el S&P 500, la bajada fue todavía más mínima, pero el índice compuesto del mercado Nasdaq decidió subir y situarse a solo 40 puntos de esa barrera de los 5,000 que codicia desde hace quince años. Si mañana hay buenas noticias, quizá sea el gran día para este indicador.
Como suele ocurrir cuando un previsible movimiento de la Fed centra la atención de los operadores de bolsa, quedaron eclipsadas varias noticias económicas que, en otro contexto, podrían haber influenciado sustancialmente el rumbo de las cotizaciones.
De hecho, los dos azotes de Wall Street, Grecia y el petróleo, siguieron hoy su camino sin que en la bolsa de Nueva York se les prestara demasiada atención.
El Gobierno griego sigue sumido en la elaboración de la lista de reformas acordada la semana pasada con el Eurogrupo a cambio de la extensión del programa de asistencia y lo enviará finalmente a Bruselas mañana martes, un día después de lo previsto.
El petróleo de Texas volvió a caer ayer lunes por debajo de los 50 dólares el barril y dejó al sector energético con pérdidas.
Pero cuando Yellen hace aparición, todo lo demás se frena. Un día antes, los dos días de comparecencia y el día después. Tocan, pues, cuatro días de Fed. —EFE