Relanzan Pacto del Café entre dudas del sector

Algunos productores ven el pacto como "una gran enganchada" y "una farsa política"

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Según el cafetalero Mario Acosta Oertel, la cosecha de café no pasará de 850 mil quintales (qq) este año. Foto EDH / Archivo

Por Evelyn Machuca negocios@eldiariodehoy.com

2014-12-15 8:00:00

Ayer fue relanzado el Pacto Nacional por el Café que pretende reactivar el cultivo del grano, golpeado por la sequía y la plaga de la roya, en medio de la desconfianza de algunos productores cafetaleros que lo calificaron como “una gran enganchada”.

Durante una entrevista concedida al programa radiofónico Pencho y Aída, el cafetalero y expresidente de la desaparecida Fundación Salvadoreña para la Investigación del Café (Procafé), Mario Acosta Oertel, aseguró que fue invitado en un principio a participar del referido pacto, pero no asistió porque presentía no iba a funcionar.

A su juicio, el pacto no es otra cosa que “medidas cosméticas”, más que acciones correctas para solventar la problemática en la que se encuentra la caficultura.

Recalcó que ha pasado un año desde que fue lanzado el pacto, que fue relanzado ayer, y que no se ha visto ninguna mejora en el tema.

Las principales críticas sobre el abordaje de la problemática de la caficultura nacional se centran en la falta de una política real por parte del Estado para resolver la baja producción del grano, que según Acosta Oertel en 2013 fue la más baja en el último siglo.

“Eso se debió a una combinación de cosas: clima, plaga, desatención de parte del Gobierno hacia el sector”, expresó.

El cafetalero Alfredo Mena Lagos, quien también participó en el programa matutino, señaló: “Estamos pagando el precio de las malas políticas implementadas desde el Gobierno en los últimos 30 años”.

Mena Lagos también calificó el pacto como “una gran mentira; una farsa política”.

“Hay que ser honestos, yo me acuerdo que desde el tiempo de Paco Flores dijeron que iban a hacer de esto (de El Salvador) un gran bosque de café y tenían la brillante idea de sembrar café en Chalatenango. Yo creo que muchas personas y allegados del Gobierno, en ese entonces, ya se hacían agua la boca produciendo almácigo, y eso ha terminado siendo al final un chiste cruel para los caficultores”, anotó.

Tanto Mena Lagos como Acosta Oertel coincidieron en que la solución no está en regalar seis millones de plantas de café, tal como lo anunció el titular del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Orestes Ortez, hace dos semanas.

El ministro aseguró que la entrega iba a ser a manera de “subsidio” y de variedades resistentes a la roya.

Acosta Oertel, sin embargo, explicó que el parque cafetalero nacional asciende a cerca de 200 mil manzanas, por lo que si son sembradas 3 mil plantas en una sola manzana, con esos seis millones solo lograrían ser cultivadas dos mil manzanas del grano.

“Tendríamos que pasar 100 años sembrando café para llegara a las 200 mil manzanas”, declaró.

Mena Lagos apuntó, por su parte que “eso de hacer política con seis millones de plantitas, yo no sé si darme risa o darme ganas de llorar, porque siento que, a veces, se desperdicia el recurso, genera corrupción, y no salimos del paliativo”.

En suma, ambos aseguraron que no ha existido una apuesta real por el sector cafetalero ni por la caficultura, sino más bien solo medidas incompletas.

El cafetalero Acosta Oertel trajo a colación lo que ya había advertido hace un mes y medio durante una entrevista que concedió a Canal 33: cuando fue creado el Ficafé (Fideicomiso Ambiental para la Conservación del Bosque Cafetalero), se consolidaron las deudas del sector, pero no se otorgaron nuevos créditos. “Es como que yo te regale un Ferrari, pero no te dé combustible, de nada sirve”, repitió ayer.

También repitió la idea de canjear la deuda cafetalera, la cual asciende a unos $200 mil, según estimó, por servicios ambientales.

“Nosotros habíamos hecho ciertas gestiones cuando estaba Condolezza Rice para hacer un canje de deuda por medio ambiente. Lamentablemente ese tema quedó abandonado con el cambio de Gobierno y sigue abandonado en el Gobierno actual, cuando eso podría ser una medida paliativa: que nos pagaran por los servicios ambientales que damos (…) como en la fijación de carbono, limpiar el medio ambiente”, manifestó.

Urgen: unión gremial e investigación científica

Mena Lagos advirtió que no será posible avanzar si no hay investigación científica: “Hay que ir a la raíz del asunto: para en realidad resolver el problema de la caficultura hay que ser sinceros, realistas y pensar en el futuro; hay que hacer un verdadero estudio de cuáles son las áreas óptimas para sembrar café, tanto en clima, como en suelo, como en condiciones sociales”, expresó.