Ganaderos invirtieron 150 % más en alimentos por impacto de la sequía

A los costos operativos de los productores se les suma el pago de extorsión para poder llevar a los animales a comer pasto al campo

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La alimentación de las reses es la base para una buena producción lechera.

/ Foto Por Archivo

Por Magdalena Reyes negocios@eldiariodehoy.com

2014-12-28 9:00:00

El periodo de sequía que enfrentó el país entre junio y agosto, afectó en la cantidad de alimento que los ganaderos prevén guardar.

Los ganaderos cultivan terreno con maíz y sorgo para posteriormente guardarlos para que el ganado tenga alimento en el verano.

“El alimento por excelencia para la vaca lechera es maíz o sorgo que se ‘ensilan’ –guardar en silo–, para cuidarlo. La primera cosecha del pasto se perdió, por falta de lluvias”, dice Balmore Alvarenga, presidente de la Asociación de Productores de Leche de El Salvador (Proleche).

El sorgo tiene la cualidad de rebrotar, es decir brinda una “segunda cosecha”, sin necesidad de sembrar de nuevo, pero los ganadores perdieron la primer cosecha.

Hubo la necesidad de hacer de nuevo el proceso completo de siembra, lo que representó doble costo para la siembra y no alcanzaron la cantidad suficiente de alimento.

“De acuerdo con la cantidad de ganado yo sé qué cantidad debo sembrar, pero por la pérdida de la primera cosecha luego teníamos que sembrar el doble de terreno y a veces no hay tierra dónde sembrar”, expresó Alvarenga.

El costo por manzana de sorgo se traduce en unos $150, por la pérdida de la primera cosecha y la resiembra doble significó que los costos se triplicaron para el sector.

Los ganaderos de los departamentos de Chalatenango, San Miguel, Usulután, La Unión y La Paz, fueron los más afectados.

“Buscamos alternativa como que los ingenios nos vendieran melaza a bajo precio. En Nicaragua el gobierno logró un acuerdo de esos, pero acá no lo hicimos”, lamenta Alvarenga.

A pesar que los costos de producción se les incrementaron la normalización en la última etapa del invierno, les permitió recolectar las reservas para la alimentación del ganado.

En este tiempo de roza de caña, han aprovechado para comprar el cogollo de la caña para alimento, incrementando más los costos.

La demanda de pasto para el ganado también ha incrementado los precios, el productor asegura que el precio regular de una manzana de maíz es de $200 y en la actualidad deben comprar entre $350 y $400.

Agrega que las instituciones de gobierno deben acercarse más a las asociaciones de productores, para conocer de la problemática, sobre todo a los pequeños productores que son los que enfrentan mayores dificultades, y así buscar establecer acuerdos.

Inseguridad, otro costo

La inseguridad es el principal problema para la ganadería en este momento, señala Alvarenga, ya que les toca pagar extorsión para poder llevar a pastar el ganado a sus propios terrenos.

“Hay empresas del sector formal que llegan a recolectar la leche a las cooperativas, y le han dicho que si quieren entrar, deben pagar la ‘renta'”, apunta el titular de Proleche.

Tanto ganaderos, como compradores y recolectores sufren el embate de la delincuencia.

Hay ganaderos que han tenido que emigrar vendiendo o abandonando sus tierras y venden los animales para destazo, esta podría ser una de las causas por las que la producción de leche ha bajado en el país, según el ganadero.

Alvarenga considera que esta puede ser la causa de cierta escasez, indica que en el comercio informal existe mayor demanda de leche, probablemente causada por la baja producción que originó la sequía.

Los precios que se están pagando al productor son $0.43 por botella de leche, durante el invierno el precio se redujo a $0.30. El sector genera en promedio unos 250 mil empleos directos