El panorama de crecimiento de El Salvador se ve sombrío para los próximos años. Aunque muchos estudios predicen un crecimiento por arriba del 2 %, el país aún mantendrá uno de los crecimientos más bajos, sino el más bajo de la región.
Mark Feierstein, administrador adjunto de USAID para América Latina y el Caribe, explica que las inversiones o fondos otorgados por organizaciones o gobiernos extranjeros son recursos importantes para empujar el crecimiento del país, pero el Estado también debe trabajar en sus políticas internas para percibir un crecimiento sustentable.
“Es importante hacer énfasis en los pasos que el país debe tomar internamente”, hace hincapié Feierstein, quien revela que esto es más importante que cualquier ayuda externa que pueda recibir El Salvador.
Describe el trabajo de políticas internas como la clave para experimentar crecimiento y expresa que El Salvador debe realizar un mejor trabajo en movilización de recursos, recolección de impuestos, y buena relación con el sector privado.
En este último punto hace referencia a que el Estado debe asegurar que el sector privado se sienta cómodo para invertir, para crear un clima agradable de inversión; atractivo para empresarios domésticos y extranjeros, lo que vendría a generar más empleo.
Desde 1989, Feierstein ha visitado el país y en 25 años de relación con El Salvador ha percibido un “progreso económico y político significativo”, pero después de tantos años, el país aún encara grandes y nuevos desafíos.
Uno de estos nuevos desafíos es la inseguridad que asalta a todo el territorio. De acuerdo con un diagnóstico, elaborado por Asocio para el Crecimiento, uno de los principales obstáculos para el crecimiento económico es el crimen y la violencia.
Feierstein considera que los esfuerzos para reducir el crimen en la República implicarían una solución para ver un mejor crecimiento económico, así como también, desarrollo.
Ante esto, USAID ha incursionado en el país con diversos proyectos e inversiones en varias áreas de desarrollo, como educación, salud, democracia y seguridad, entre otros. Para mermar el golpe de la criminalidad se han aventurado a lanzar programas de prevención, trabajar con jóvenes en riesgo, planes anti crimen y ayudar a comunidades, así como también, trabajo en infraestructura.
Según los resultados obtenidos por la organización, se han visto resultados positivos de estos proyectos. Para establecer sus conclusiones, elaboraron una comparación entre comunidades en donde se ha invertido contra aquellas en donde no se concretó ayuda. El resultado ha sido una baja en criminalidad, en comparación a las otras zonas con mayor riesgo.
Pero la ayuda de USAID no se ha limitado al país, y como institución han mantenido relaciones cercanas con los demás países de Centroamérica. Feierstein detalla que Estados Unidos está en sintonía con las estrategias de país que los presidentes centroamericanos han planteado. Esto ha llevado a que el Gobierno estadounidense mantenga su interés por continuar la relación y ayuda a los países del istmo.
“Hemos pedido fondos adicionales al Congreso para continuar invirtiendo en estos países y lo hacemos porque es de interés para Estados Unidos que los países de Centroamérica sean seguros y prósperos”, añadió el administrador adjunto.
Pero, aunque los países han demostrado disposición para continuar trabajando internamente, especialmente en temas de recolección de impuestos, transparencia, combatir corrupción y promover educación, entre otros, el apoyo que Estados Unidos les brinda no es solo una ayuda, es un asocio entre ambas partes.
“Queremos hacer énfasis en que esto es una alianza, no es solo una asistencia aquí, un esfuerzo colectivo entre Estados Unidos y los países de la región”, declaró Feierstein.
Es importante mencionar que el Asocio para el Crecimiento no es solo un asocio entre dos gobiernos, sino también, uno entre dos países, por lo que se necesita de varios elementos para que funcione, entre ellos, que ambos países posean un sector privado robusto.