En 2009 El Salvador tuvo a disposición de sus finanzas un acuerdo precautorio de $750 millones que el FMI le ofreció como un “seguro” si el país tenía algún problema de efectivo (liquidez) en el futuro.
El dinero estaba a disposición del país toda vez y cuando este cumpliera con metas fiscales que el FMI le establecía cada cierto periodo.
Sin embargo, el país perdió este acuerdo en abril de 2012 pues a pesar de los constantes cambios que el organismo recomendaba para ajustar las finanzas, el Gobierno nunca pudo cumplir dichas metas.
El FMI le pidió bajar el déficit fiscal, reducir el nivel de deuda, hacer ajustes en los gastos públicos y otras metas que el Gobierno no acató a pesar de que el FMI flexibilizó varias de ellas.
Esta vez, tras la visita de una misión de este organismo financiero, el Gobierno aún no confirma si buscará un nuevo acuerdo. “Esa sería decisión del presidente de la República”, dijo Rafael Lemus, quien se reunió el viernes con representantes del FMI para conocer su visión de las finanzas públicas.
En su momento el secretario técnico de la Presidencia, Roberto Lorenzana, comentó que esta vez no buscarían un nuevo acuerdo precautorio, sino solo una aprobación de la gestión pública.
La reducción del gasto, de la deuda y de otros indicadores financieros quedarán en manos de los mismos funcionarios salvadoreños.
Sin embargo, el asesor económico de ARENA dijo que sería saludable que el país tuviera un nuevo acuerdo pues este podría poner orden a las finanzas públicas.
Aclaró que si el FMI u otro organismo no ejercen presión sobre las finanzas del país, la misma realidad lo hará.
“Si no se hace nada en este país, la misma economía le pasará la factura a este gobierno. El tiempo será la mayor presión”, sostuvo.
Honduras, que ha tenido dificultades fiscales en los últimos años inició negociaciones con el FMI para firmar un nuevo acuerdo precautorio con ese organismo.
Ese país también incumplió las metas fiscales de la mano del presidente Porfirio Lobo.
Esta vez, el mandatario Juan Orlando Hernández, espera que la lupa del FMI sobre sus finanzas ponga orden en la indisciplina en la que ha trabajado dicha nación.
La fracción política de ARENA, por su parte, ha instado al Gobierno a comenzar a ejecutar medidas de disciplina fiscal, reduciendo los gastos y balanceando adecuadamente el presupuesto de 2015, como un comienzo para que las finanzas se estabilicen, mientras se espera un despunte de las inversiones.