País es 5o. en C.A. en cantidad de agencias bancarias

El Salvador ocupa el quinto lugar en Centroamérica y Panamá en cantidad de sucursales de bancos comerciales por cada 100,000 adultos, según el FMI

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País es 5o. en C.A. en cantidad de agencias bancarias

Por Por Omar Cabrera | Ilustración Jorge Castillo

2014-10-01 11:15:00

El Salvador supera a Nicaragua, pero está por debajo de todo el resto de países de Centroamérica y Panamá en densidad de sucursales bancarias por cada 100,000 adultos, de acuerdo con un reciente informe del Fondo Monetario Internacional (FMI).

El país cuenta con 10 agencias de bancos comerciales por cada 100,000 personas adultas, según la Encuesta de Acceso Financiero 2014 del FMI (detalle en infográficos).

Con esa densidad, El Salvador se ubica en la región por encima de Nicaragua, que cuenta con 8 sucursales por cada 100,000 adultos.

El líder del Istmo en este indicador es Guatemala, que casi cuadruplica la densidad de sucursales bancarias que tiene El Salvador. Le siguen Panamá, Honduras y Costa Rica, en ese orden.

Los datos también reflejan que la densidad de agencias en el país ha disminuido en años recientes, mientras que la de cajeros automáticos ha aumentado.

El Fondo Monetario destaca que la Encuesta de Acceso Financiero (FAS, por su sigla en inglés) constituye “la más completa fuente global de datos sobre acceso a y uso de servicios financieros básicos por parte de hogares y corporaciones no financieras”.

El reporte, elaborado con datos de 2013, contiene este año por primera vez indicadores sobre “dinero móvil”, también conocido como billetera móvil.

El FMI también señala que el estudio proporciona “sólidos fundamentos cuantitativos a la literatura teórica que vincula la inclusión financiera con el crecimiento económico”.

A manera de ejemplo, el Fondo Monetario cita el caso de África, donde hay varios países en los cuales “los depositantes por cada 1,000 adultos se quintuplicaron de 2004 a 2013, y simultáneamente lograron un crecimiento de 40 por ciento en el PIB real per cápita”.

Más cajeros automáticos

El reporte del FMI también incluye datos relativos a cajeros automáticos. En este rubro, El Salvador ocupa el cuarto lugar en Centroamérica y Panamá.

El país cuenta con 34 máquinas por cada 100,000 adultos, cantidad que lo ubica por encima de Nicaragua y Honduras, pero por debajo de Panamá, Costa Rica y Guatemala.

Costa Rica, el líder de la región en densidad de cajeros automáticos, registra 71 por cada 100,000 adultos, es decir, más del doble que El Salvador.

La disponibilidad de cajeros automáticos en El Salvador ha aumentado de forma sostenida en los últimos 10 años. En 2004, el país contaba con 21 máquinas por cada 100,000 adultos, mientras que en 2013 la cantidad había subido a 34.

La tendencia contraria han seguido las sucursales bancarias, que entre 2009 y 2013 cayeron de 12 a 10 por cada 100,000 adultos.

“Podemos ver una disminución que no es importante en el número de agencias, pero que contrasta con un incremento importante en otros puntos de atención al cliente”, comentó la directora ejecutiva de la Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa), Marcela de Jiménez.

Otros canales de atención

La ejecutiva bancaria agregó que existe una tendencia mundial a aumentar canales de atención financiera como quioscos, cajeros automáticos y POS (terminales punto de venta).

En el caso de El Salvador, “ahí es donde se ha hecho la mayor inversión en los últimos años”, sostuvo De Jiménez.

Por el contrario, no se ve un aumento en la cantidad de “puntos de atención tradicionales” (agencias bancarias), sino que más bien estas tienden a disminuir.

El Salvador se ubica en las últimas posiciones en Centroamérica en cuanto a penetración demográfica de los bancos, admitió De Jiménez, pero en cuanto a penetración territorial el país resulta mucho mejor evaluado. Por ejemplo, en cantidad de cajeros automáticos por cada 1,000 kilómetros cuadrados, El Salvador es el líder en Centroamérica y Panamá, con 71 aparatos.

El reporte del FMI también señala que en disponibilidad de agencias bancarias por cada 1,000 kilómetros cuadrados, El Salvador ocupa el segundo lugar, con 21 sucursales, superado solamente por Guatemala, que tiene 32.

La directora ejecutiva de Abansa sostuvo que el aumento de la penetración financiera en el país constituye una de las principales apuestas estratégicas de los bancos. Sin embargo, es una tarea que también involucra al gobierno.

Aumentar el acceso de las personas y empresas a los servicios financieros es importante para el desarrollo económico, argumentó De Jiménez. “Solo los ahorros en un sistema financiero son el combustible para financiar el crecimiento económico. Si al sistema financiero no le llegan esos recursos, la demanda de crédito no puede atenderse y, cuando no hay crédito, no hay forma de financiar a los sectores productivos, es como que esa gasolina no exista”.

Insta a facilitar requisitos

El que muchos comercios operen de manera informal, como sucede ampliamente en países como El Salvador, afecta al gobierno porque deja de captar impuestos y también a la economía en general, porque estos negocios no tienen acceso a servicios financieros que les permitirían crecer.

La directora de Abansa señaló que se debe incentivar a los informales a formalizarse, tarea en la cual el gobierno tiene mucha responsabilidad.

De Jiménez declaró que existen experiencias internacionales exitosas para facilitar la tributación, por ejemplo, vía monotributo.

El país puede avanzar mucho también en agilizar la extensión de solvencias, tanto tributarias como municipales, que son documentos que los bancos deben exigir, por ley, a las empresas que deseen obtener un crédito, añadió la representante de Abansa.

“A microempresarios debería disminuírseles la cantidad de documentación y de requisitos que deben de presentar para acceder a un crédito”, propuso de Jiménez.

La asociación bancaria plantea que se podría empezar por fijar un monto de crédito a partir del cual se debe presentar cierta documentación, pero por debajo del mismo no exigir tanto requisito, para facilitar el acceso de microempresarios a créditos.