La agencia calificadora de riesgo Fitch Ratings comunicó, a través de una nota de prensa, dijo que las reformas tributarias aprobadas ayer en un “madrugón” legislativo tendrán un impacto fiscal limitado y retardado, algo que advirtieron hace varios días diversos economistas nacionales y la oposición política, entre otros actores.
Asimismo, Fitch consideró que es necesario priorizar y aprobar una Ley de Responsabilidad Fiscal y advirtió del riesgo existente con las reformas, sobre todo porque dañará el actual crecimiento económico, que no sobrepasa el 1.9 % en relación al Producto Interno Bruto (PIB).
En este sentido puntualizó sobre los daños al sistema bancario con la reciente aprobación de la Ley de Impuesto a las Operaciones Financieras, sobre todo si el “efecto cascada” se traslada a mercancías o al consumidor final.
El paquete tributario se aprobó con 44 votos por parte de las fracciones de FMLN, Gana y diputados tránsfugas y logrará añadir un 0.4 % del PIB a la recaudación tributaria total para 2016.
Por otra parte, el analista económico, Rigoberto Monge, expresó que una reforma fiscal no ayudaría al problema de liquidez del Gobierno, y que nuevos impuestos no mejorarían la situación fiscal del Sector Público No Financiero (SPNF), pero que se debería “abordar el tema de las finanzas públicas”. De acuerdo con el economista “el tema de las finanzas públicas tiene varias áreas críticas”. Con esto, indica que debe existir una moderación razonable en el manejo de los gastos corrientes y una priorización de estos; sin embargo, en los últimos años no se ha visto esto.
Fitch explica que el incremento de la recaudación tributaria, a pesar del bajo crecimiento económico del país, junto al incremento de los gastos del Gobierno, han generado un mayor déficit fiscal.
Monge coincide, postulando que el déficit y el balance fiscal negativo no se debe a que el Estado no percibe ingresos tributarios suficientes.
En parte, el crecimiento del gasto se debe al excesivo otorgamiento de subsidios, los cuales no fueron focalizados adecuadamente, y elevaron demasiado el gasto corriente.
El endeudamiento ha sido uno de los puntos más críticos para el país en los últimos años, ya que, actualmente, el SPNF tiene una deuda del 60 % del PIB. La deuda ha sido un tema muy criticado por diversos economistas, debido a que no se ha podido frenar ni moderar en el último quinquenio.
El analista hace referencia a que “cualquier medida aislada, cualquier medida tomada fuera de un contexto más amplio del problema fiscal, como es el de las reformas tributarias es insuficiente”.
Para Monge, el compromiso del país es impulsar el crecimiento económico hacia una ruta más sostenible y salir del estancamiento, pues con una tasa baja de crecimiento no se puede generar la actividad para crear los suficientes ingresos para el erario público.
Recomienda que el país debe “tener una discusión a nivel nacional”, para buscar un consenso sobre cómo establecer una ley sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas a mediano y largo plazo.
Lo mismo indica la calificadora de riesgo, que considera que una iniciativa necesaria es la Ley de Responsabilidad Fiscal, la cual mejoraría la posición financiera del Estado, y las dinámicas de endeudamiento en mediano plazo.
Con esto también se esperaría un “balance y límite en los gastos corrientes del Gobierno, reduciendo así la deuda del sector público”. No obstante, se cree que no se consolidará hasta después de 2017, de acuerdo con Fitch.
“Sin un incremento sustancial del crecimiento económico o una consolidación más fuerte, vemos poco prospecto en que se estabilicen las dinámicas de endeudamiento a corto plazo, con un aumento de la deuda pública hasta 65 % del PIB para 2016”, añadió la agencia.
Es un impuesto insostenible
Salvador Portal, abogado tributario, explica que “este tipo de impuestos, con el tiempo, se demuestran que no son sostenibles”, con esto se refiere a que al principio, estas tasas recaudan bastante dinero, pero con el tiempo “los contribuyentes aprenden qué causas tiene el impuesto y cuáles no” por lo que buscan la manera de evadirlo.
Impuestos como estos llegarían a crear efectos negativos para la economía del país, contribuyendo a la desbancarización, es decir, realizar operaciones fuera de la banca, incrementando así la inseguridad “física y jurídica” de las personas y empresas.
Según Portal, este tributo está diseñado para que los Gobiernos recauden dinero a corto plazo, pero con el tiempo se extinguen, puesto que las personas empiezan a buscar “otros escenarios” ajenos a los bancos para realizar sus transacciones.
El mayor agravio para la economía nacional es que esta tasa creará mayor inseguridad jurídica para los inversionistas, especialmente para las empresas extranjeras que buscan entrar al país.
Una vez ya establecido el impuesto, toda empresa que desee invertir deberá agregar el tributo como un costo de operación, añade el abogado. Advierte que es una tasa que solo complicará al contribuyente, recomendando que un impuesto debe ser “fácil de entender, fácil de liquidar, fácil de pagar, y ya ahí la recaudación aumenta porque la base contributiva aumenta”, concluyó el analista.