Cuando el Ministerio de Hacienda habló por primera vez del paquete de reformas fiscales, que impulsó en los últimos meses, aseguró que buscaba incrementar la recaudación fiscal en 200 millones de dólares por año.
La cifra, sin embargo, terminará siendo solo de $10 millones, admitió ayer el secretario Técnico y de Planificación de la Presidencia, Roberto Lorenzana, durante una entrevista que concedió ayer a Frente a Frente.
En un inicio, el paquete incluía: nuevos impuestos para los medios de comunicación mediante reformas a la Ley de Imprenta y de Libros y a la Ley de Renta; y gravámenes para bienes suntuarios y para transacciones bancarias.
Tras meses de discusión, el Gobierno logró que los diputados aprobaran gravar las transacciones bancarias arriba de $1,000, con lo que buscaban recaudar $60 millones.
Esa cifra, sin embargo, se redujo a $25 millones, según declaró hace tres semanas el presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, aduciendo que es consecuencia de haber aprobado unas “reformas desajustadas”.
No obstante, Lorenzana advirtió ayer que la recaudación terminará siendo de $10 millones.
El funcionario justificó la significativa diferencia a que la aplicación de la nueva ley se irá haciendo de forma gradual, además de haber sido aprobada tarde y a que poco a poco se irán adecuando los sistemas desde el lunes próximo.
Además, aprovechó para criticar los señalamientos recibidos en el marco del segundo informe de Coyuntura Económica divulgado la semana anterior por la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Social (Fusades), el cual indica que la economía del país va rumbo al estancamiento y más aún con las recién aprobadas enmiendas fiscales.
“Ese gran impacto a la economía del que están hablando no es tan cierto; ellos mismos están diciendo que no se va a recaudar nada; entonces, no van a dar nada; entonces, ¿cómo es que va a impactar?”, cuestionó el secretario.