Las inspecciones del gobierno a diversos centros de distribución de granos en San Salvador y el interior no encontraron el acaparamiento de frijoles que el mismo gobierno y el partido oficial alegan.
La causa de la escasez y carestía del grano que se sufre actualmente, pese a que el gobierno dice haber tenido “cosechas récords”, cree conocerla el diputado arenero Mario Marroquín: una parte de la producción se está exportando a Nicaragua y luego se envía a Venezuela como pago de deuda ante Alba, afirmó el legislador.
Inclusive el parlamentario detalló que esto forma parte de los preacuerdos entre el gobierno y el país suramericano en el marco de la alianza Petrocaribe, lo cual pone en riesgo la seguridad y la soberanía alimentaria nacional, consideró Marroquín.
Su colega de bancada, Félix Ágreda, apoyó este planteamiento durante la sesión plenaria de la Asamblea Legislativa el pasado jueves al afirmar que hay fuertes sospechas de un acaparamiento del grano por parte de Alba Alimentos, una empresa que forma parte del conglomerado Alba Petróleos de El Salvador y que registró utilidades de hasta $300 millones en 2014, cifra que reveló recientemente José Luis Merino, quien además es miembro del FMLN.
“Dicen que hay una cosecha récord pero el país está pagando el precio de tener una política donde la producción prioritaria no es para responder a la demanda y las necesidades de los salvadoreños sino que para tener una fuerte estructura de clientelismo político”, subrayó Ágreda.
¿Acaparamiento?
Pero para los diputados del FMLN, el problema se generó por un claro “acaparamiento de malos comerciantes” e insistieron en que hay grupos que quieren “tener privilegios “para poder definir precios a favor de sus intereses.
“El problema radica en el acaparamiento que algunos malos comerciantes han realizado de este producto básico. La especulación ha generado escasez, lo cual ha permitido que se eleve el precio del frijol”, argumentó Audelia López, diputada del partido oficial.
No obstante Marroquín dijo que “el único especulador y acaparador del mercado del frijol podría ser Alba”, que incluso adeuda la compra del grano básico a más de 500 productores de la zona paracentral del país.
“Ellos (Alba) tienen el suficiente respaldo económico para adquirir mercados. Este es un claro acto de acaparación y de concentración de mercado, como ya sucede en varias zonas del país con los combustibles. Sin duda que distorsionan los precios y si se produce para otro país o para saldar una deuda la situación se volverá compleja”, contrastó.
El presidente Salvador Sánchez Cerén dijo ayer en una entrevista televisiva que hubo una producción mayor que el consumo, en clara relación a la “cosecha récord” de 2.3 millones de quintales, aunque luego dijo que se importó “más producto”.
En este aspecto, a juicio de la oposición legislativa, demuestra un factor en la tendencia alcista del costo, que está afectando a la población a tal punto que se está optando por otros alimentos como parte de la dieta alimenticia diaria, según se sondeó ayer en algunos centros de distribución.
“Hay escasez porque lo que hay es acaparamiento y por eso la policía se ha desplegado, además de la Defensoría del Consumidor, para detectar a estas personas y se les va a aplicar todo el rigor de la ley porque no es posible que el año pasado, a mediados de año, estaba valiendo como 45 centavos y hoy anda más arriba del dólar”, expuso Cerén.
El mandatario dijo que hay $4 millones para comprar semilla y que ya localizaron las regiones donde se va a corregir el problema con más producción.
Pese a ello, el FMLN no apoyó un decreto transitorio para reasignar $2.5 millones para comprar y distribuir paquetes agrícolas con semillas de frijol de alto rendimiento, lo cual corregiría el déficit de la cosecha a finales del año.
Mario Marroquín, por su parte, advirtió que “el país puede entrar en una etapa crítica porque si el mismo gobierno ejerce un papel de control y acaparamiento en el mercado con tal de favorecer una relación comercial en específico no existen medidas que puedan reactivar el sector agrícola y que puedan estabilizar a corto plazo los precios en todo el país”.
Cifras inexactas
Agustín Martínez, presidente de la Cámara Agropecuaria y Agroindustrial de El Salvador (Camagro), consideró que el problema es netamente de desabastecimiento y de que no es cierto que la cosecha haya sido récord, como alega el gobierno.
“El problema está en que los datos de la gremial no coinciden con los publicados por el Ministerio de Agricultura y ganadería, en donde establecen una cosecha récord. Nosotros dijimos que la cifra del Gobierno estaba elevada y que respondió a otros intereses”, expresó Martínez.
Para Camagro, la solución que encuentra la gremial es empujar apoyos a la producción, puesto que no hay suficientes semillas, y destinar más áreas de riego para poder operar mejor en épocas de sequía, un aspecto pendiente en donde el diputado Marroquín insiste en la reactivación de los distritos de riego Lempa-Acahuapa.
Finalmente Antonio Cabrales, exministro de Agricultura, considera que la labor de un Ministerio de Agricultura es apoyar a los productores y mejorar la productividad del país. “Si un gobierno desea hacer asistencialismo para llevar comida barata a la población, entonces debe hacerlo mediante programas sociales no a través de un Ministerio donde hay intereses partidarios”, puntualizó.