Piden al Gobierno que aclare cómo ‘venderá la deuda’

El presidente Sánchez Cerén dijo recién que buscará "no renegociar, sino quién pudiera comprarnos la deuda"

descripción de la imagen
Analistas han advertido que la administración anterior endeudó al país en más de $2,000 Mlls., principalmente para pagar sueldos.r

Por Rodolfo Ortiz negocios@eldiariodehoy.com

2014-07-13 8:00:00

Reestructurar la deuda (o venderla, como ha expresado el gobierno) es una medida de contingencia que no resolverá el alto porcentaje de endeudamiento que tiene el país, señaló el consultor macroeconómico de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), Rommel Rodríguez, ante unas declaraciones del presidente Salvador Sánchez Cerén.

El pasado martes, Sánchez Cerén expresó en una entrevista de Radio Mayavisión que el gobierno buscará alternativas para manejar la deuda pública del país.

“Ya no podemos seguir en la lógica del endeudamiento. Estamos buscando allí formas de cómo disminuir la carga que tenemos de pago… buscar quién pudiera comprarnos la deuda y que pudiera a nosotros venderla a un precio más a largo plazo”, expresó el mandatario.

Al respecto el analista económico Manuel Enrique Hinds expresó que “vender” quizá no es la forma correcta para referirse al tema. El también exministro de Hacienda explicó que el país no puede realizar una “venta” de la deuda actual, sino que son los acreedores, propietarios de los bonos y letras del tesoro quienes pueden vender dichos títulos valores a otra persona o institución si así lo desean.

Hinds concluyó que corresponde al Presidente aclarar a qué se refiere y cuál es la alternativa que buscará el gobierno.

Rodríguez coincidió con este punto y explicó que en realidad la estrategia sugerida por Sánchez Cerén se trata más de una reestructuración o refinanciamiento ya que “la deuda no desaparece”.

El refinanciamiento consiste en una nueva emisión de bonos para obtener liquidez y cancelar con esos fondos la deuda actual. Una reconversión como la que el gobierno realizó recientemente emitiendo $800 millones en bonos, pagaderos a largo plazo, para cancelar las Letras del Tesoro, que son de corto plazo.

El analista de Funde explicó que los países suelen reestructurar su deuda pública, modificando los plazos e intereses cuando se trata de préstamos con organismos de cooperación o acuerdos con países en concreto. En el caso de inversionistas esto no es posible, ya que los bonos poseen fecha de cancelación e intereses establecidos (diferentes en cada emisión).

“Ellos (los acreedores) deciden si venden o no y el precio del título valor esta dado por las condiciones del mercado”.

Según Rodríguez, un inversionista puede decidir qué le es más rentable mantener el bono emitido por El Salvador, que venderlo a otro acreedor.

La reestructuración entonces tendría un alcance limitado ya que el 54 % de la deuda del Sector Público No Financiero (SPNF) hasta abril, o sea $5,666.1 millones están en manos de inversionistas privados. Solo el restante 46 % podría ser sujeto a una reestructuración, la cual tampoco es muy factible ya que depende de la disposición de los países u organismos de cooperación a modificar los plazos de pago.

En el caso de refinanciamiento, las complicaciones también pasan porque pocos inversionistas encontrarían atractivo comprar bonos a un plazo de pago muy largo y con intereses más bajos que los de mercado. Rommel Rodríguez señaló que si el gobierno encuentra un país que desee refinanciar la deuda, estos bonos deberían pasar también por aprobación de la Asamblea Legislativa, lo cual complicaría el proceso.

El experto recalcó que la reestructuración o el refinanciamiento son solo salidas de contingencia a un problema estructural, ya que la deuda se mantendrá. El único cambio es el plazo de pago que tendría el país.

Ante el escenario propuesto por el Presidente de la República, Rodríguez recordó que una solución a la deuda debe incluir un saneamiento de las finanzas públicas: controlar los gastos del Estado, reducir el déficit fiscal y aumentar la recaudación.

Señaló que el país se encuentra con un alto nivel de endeudamiento debido al mal manejo de las finanzas y al uso que se hace de presupuestos desfinanciados (donde el Estado subestima los gastos), lo cual obliga a adquirir préstamos y emitir bonos en el mercado internacional.

Sánchez Cerén aclaró que no hay ninguna propuesta en concreto ni ofertas para renegociar la deuda, aunque tiene pensado tratar el tema con Bolivia, Argentina o Venezuela. Durante la entrevista radial el Presidente también se refirió a las intenciones de fortaleces las relaciones comerciales con el mercado del sur, aumentando las exportaciones a estos países.

Estado de la deuda

Hasta abril de este año, según cifras del Ministerio de Hacienda, la deuda total del país era de $14,049.9 millones. De ella, $10 mil millones corresponden al Sector Público No Financiero (SPNF).

Hay $5,666.1 millones que se deben a inversionistas privados (un 54 % de la deuda del SPNF) quienes han comprado bonos del Estado. La fecha de pago y los intereses varían según cada emisión de títulos valores.

Otros $4,853.5 millones (un 46 %) son adeudados a organismos multilaterales, países amigos y otros. Para este sector puede buscarse una reestructuración.

El éxito de esta gestión, señaló Rommel Rodríguez, dependerá del optimismo del mercado internacional y de la disposición de cada acreedor a negociar.

Algunos países podrían no aceptar la iniciativa debido a la necesidad de liquidez que enfrentan tras la crisis financiera internacional. Es el caso de España, nación con la cual ya se realizó un canje de deuda por inversión en educación (ver nota secundaria).

Otro elemento por tomar en cuenta con la deuda es el nuevo cálculo del Producto Interno Bruto (PIB) que el Banco Central de Reserva (BCR) publicaría este año. Los ratios del déficit fiscal, el endeudamiento y la carga tributaria variarían. Con el nuevo cálculo se espera que la cifra de producción nacional se reduzca en el 20 %, lo cual subiría el endeudamiento del país a cerca de un 70 % del PIB.