Cada selección se embolsó $9.5 millones por jugar primera fase

El campeón se lleva el mejor premio: la Copa Mundial y $35 millones por el último partido. Cada gol vale millones.

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Adidas viste a nueve selecciones, a unos 300 jugadores, en el Mundial de Brasil. Preveen vender este año 8 millones de camisetas, 1,5 millones más que en el Mundial de 2010. Y ventas totales por $2,700 millones. Foto EDH /Archivo

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2014-06-29 7:00:00

Mientras se desarrolla el Mundial la FIFA reparte entre las 32 selecciones 575 millones de dólares. Es solo la cuarta parte de sus ingresos reportados este año.

Según FIFA.com, el organismo rector del balompié destina $550,000 diarios para el desarrollo del fútbol en todas sus categorías y un promedio diario de $2 millones para organizar campeonatos internacionales.

En Brasil, cada una de las selecciones recibió 9,5 millones por jugar los tres partidos de la primera ronda; $1,5 millones para cubrir costos de preparación y $8 millones por los partidos.

Los que pasan a octavos de final garantizan $9 millones más esos $1.5 millones. Avanzar a cuartos de final: tendrán compensación de $14 millones de dólares y a los semifinalistas se llevan $20 millones. El premio es de $22 millones para el tercer lugar.

La cifra se elevará a los $25 millones, como máximo, para el equipo subcampeón mientras que el nuevo campeón se llevará 35 millones.

Moda millonaria

El mundial marcha bien para los fabricantes de camisas. Las camisetas de Argentina, México y Colombia, después de las de Brasil están entre las favoritas de los aficionados.

Adidas por ejemplo, viste a unos 300 jugadores en la competencia brasileña. Para no ir muy lejos, según periódicos mexicanos esta marca alemana pagó 300 millones por explotar la imagen de la selección de ese país. Y son patrocinadores de 9 selecciones.

Así son de astronómicas las cifras que se manejan en este deporte en el que además hay $70 millones a repartir entre los clubes cuyos jugadores están participando (como garantía por lesiones) y 20 millones más para seguir desarrollando el deporte rey en el país anfitrión.