El presidente de Grupo San Nicolás, Víctor Silhy, criticó la decisión del gobierno saliente de privilegiar a los proveedores extranjeros en las compras de medicamentos.
Silhy trajo a cuenta que en la década de los 90, el gobierno concedía ventaja a los laboratorios salvadoreños al comprarles cuando sus precios eran menores, iguales o superiores en no más de 10 por ciento a los que ofertaban los extranjeros.
La Asociación de Industriales Químico-Farmacéuticos de El Salvador (Inquifar) se ha quejado de que las compras a proveedores salvadoreños en las licitación públicas han caído un 50 por ciento. La gremial ha dicho que el descenso más drástico se registró en enero del presente año, cuando el gobierno adquirió el 80 por ciento de productos farmacéuticos a empresas extranjeras y apenas un 20 por ciento a locales.
“Es lamentable”, dijo el empresario. “Cuando se compra localmente a cualquier laboratorio, hay personal salvadoreño, tiene una familia en El Salvador; para producir los productos tiene que comprar fuera de la institución: papelería, cajas, frascos, tinta, transporte… o sea, está moviendo la economía. La empresa que está produciendo en El Salvador está pagando IVA, está pagando impuesto de Renta, todo tipo de impuestos municipales”.
Silhy agregó que los laboratorios salvadoreños aplican buenas prácticas de manufactura y están sometidos a normas comparables a las que rigen a los extranjeros.
En el caso de Laboratorios Suizos, los productos son elaborados en el país con materias primas hechas en países desarrollados, añadió Gloria de Silhy.
Prioridad a los nacionales
El presidente de Grupo San Nicolás propuso que se vuelva a adoptar las disposiciones que otorgaban ventaja a los proveedores locales, no solo en el abastecimiento de fármacos, sino en todas las compras del Estado en general.
Silhy agregó que una medida como esa ayudaría a dinamizar la economía del país.
Con respecto a la Ley de Medicamentos, el empresario sostuvo que la misma conllevó reducciones en los precios de un 10 por ciento de los fármacos que producen los laboratorios salvadoreños, pero que en el caso de los extranjeros, el impacto fue mayor, al punto que tuvieron que retirar algunos productos.