Países deben enfocarse en resolver problemas fiscales dice Fitch

b Naciones deben cumplir sus desafíos del crédito y deuda soberana. El Salvador tiene calificación "BB-"

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El mediocre desempeño económico del país permite que Fitch mantenga calificación con perspectiva negativa.

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2014-04-24 8:00:00

La calificadora de riesgo Fitch Ratings de Nueva York considera que luego de revisar los procesos electorales en El Salvador, donde el partido FMLN mantendrá las riendas del ejecutivo con Salvador Sánchez Cerén, y Costa Rica, que también se decidió en una segunda vuelta por el opositor socialista, Guillermo Solís, se presenta una oportunidad para centrar prioridades en temas como el crédito.

En el informe titulado “Implicaciones del ciclo electoral en Centroamérica. Calificación de perspectivas en un mundo financiero más desafiante” Fitch evalúa tres aspectos clave como: las condiciones externas mixtas, los retos para obtener créditos y los mismos ciclos electorales que trastocan las dinámicas internas de los países.

Es que la incertidumbre generada por los procesos electorales realizados en El Salvador y Costa Rica, además de Panamá que cambiará su Gobierno con los comicios del próximo 4 de mayo, y Guatemala que se sumará a mediados de 2015, dejarán al descubierto las falencias de la región y los rezagos que podrían afectar su solvencia financiera.

Los resultados de “las elecciones proveerán a estos países de una oportunidad para reenfocar sus políticas para hacer frente a los problemas de crédito”, dijo Lucila Broide, directora del grupo Fitch Ratings, a través de un comunicado difundido junto al informe ayer en Nueva York.

Al concluir el proceso electoral del 9 de marzo en El Salvador con el triunfo del oficialismo salvadoreño, esta calificadora de riesgos e inversiones expuso que las expectativas de crecimiento para nuestro país se mantendrán cerca del 2 %; en parte por la inyección de efectivo que traería la puesta en marcha del Fomilenio II, en espera de firma en la Corporación Retos del Milenio, MCC, en Washington.

Sin embargo, al revisar el panorama regional incluida Panamá que celebrará elecciones en pocos días y Guatemala que tendrá elecciones en 2015, esta agencia, plantea las dificultades que enfrentarán los países, cada uno con sus propios matices y retos.

Especial atención merece para Fitch Ratings el caso de El Salvador, que durante la gestión de Mauricio Funes experimentó una caída constante de sus indicadores de crecimiento hasta llegar a la calificación de “BB-“, una nota poco alentadora a la hora de buscar financiamiento y buenos precios para la deuda pública; además de las inversiones.

“El Salvador es el país con menor valor nominal en la región (BB- /perspectiva negativa) reflejando un crecimiento mediocre, una tasa de inversión y un elevado déficit fiscal y alta deuda”, dice Fitch.

Bajo esa dinámica el informe de 8 páginas sustentado con gráficas, datos sobre deuda y fuentes de financiamiento para los países, además del promedio de indicadores tanto macro como microeconómicos, la agencia considera que el nuevo Gobierno que asumirá el 1 de junio, liderado por Sánchez Cerén, debería lograr impulsar las inversiones y mejorar el crecimiento del país en general.

“Sánchez Cerén hereda una economía que afronta importantes retos como impulsar la inversión privada y el crecimiento, que son las principales debilidades en el perfil de crédito del país”, dice Fitch.

El análisis contempla que la polarización política del país no está superada, a razón del resultado de la elección recién pasada, y que los conflictos que se agudizaron entre la administración de Funes con las gremiales empresariales podrían continuar en el nuevo Gobierno.

Explica que aunque el crecimiento podría reflejar un ligero aumento en comparación con el 1.7 %, de lo que creció entre 2010 y 2013, puede llegar hasta el 1.9 % hacia 2014 -2015.

Espejos en la región

El Salvador no es la excepción a nivel regional en el bajo nivel de ingresos para la hacienda pública; este fenómeno desata a la vez un problema a la hora de hacer ajustes fiscales, explica la agencia. En este contexto, El Salvador está obligado a remontar ese bajo crecimiento del PIB, junto a los indicadores de desarrollo. Esta tarea también se la encomienda a Guatemala. Tras las elecciones, solo Panamá podría navegar con viento en popa, al que insta a “mantener el ritmo de crecimiento”.