Energía para la industria, entre las más caras de C.A.

A diario el Gobierno comercializa 30 % de energía donde los precios son más altos

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Energía para la industria, entre las más caras de C.A.

Por Karen Molina nacional@eldiariodehoy.com

2014-02-14 8:00:00

El precio de la energía que consumen los salvadoreños sigue siendo uno de los más caros de la región, especialmente para la industria y el comercio, porque el Gobierno aún comercializa 30 % de ella a través del mercado diario o de oportunidades (spot) en el que se inyectan los precios más altos del mercado.

A pesar de que el Gobierno asegura que el precio de la energía es de los más baratos, la ASI y expertos en el tema coinciden en que no es cierto y que, por el contrario, este valor es uno de los menos competitivos cuando se toma en cuenta a todo el universo de consumidores.

El gerente de energía de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), Juan Ceavega, asegura que “decir que la energía es más barata en El Salvador no es así de sencillo” pues debe reconocerse, primero que el precio residencial está subsidiado, lo que siempre representa gasto para el Estado.

Según el diputado Edwin Zamora, de ARENA, los salvadoreños pagan 25 % más cara la energía eléctrica por la política de precios impuesta por el gobierno. Y si bien es cierto que el precio que se cobra al sector residencial es diferente a raíz de los subsidios, que se otorgan a las familias que consumen menos de 199 kilovatios por mes; cuando el precio mayorista se traslada al del consumidor y se le agregan costos de comercialización y distribución, afecta la factura de las familias, y el kilovatio sube de precio.

Hasta hoy el Gobierno solo tiene contratado a largo plazo el 70 % de la energía. Los precios de estos contratos han variado entre los $160 y $167 el megavatio/hora en el último año lo que significa que son más estables pues, como su palabra lo dice, se han establecido bajo un contrato a 10 o más años.

Pero en el mercado diario (spot) los precios han superado los $200 por megavatio/hora, por lo que al sumarse al de largo plazo y promediarlo, éste incrementa el precio total hasta en $178 por megavatio.

Los datos de la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (Siget) vigentes desde el 15 de enero establecen que el cargo por energía ha variado entre los 0.19 y los $0.20 por kilovatio/hora, una cifra similar a la que mantienen otros países de la región. Para el comercio y la industria, el precio por kilovatio/hora es incluso mayor si se le suman los costos por comercialización, y potencia. (ver tabla)

Un analista vinculado al mercado, que pidió anonimato, dijo: “no es el Presidente quien paga ese subsidio, son los mismos salvadoreños quienes pagan esa ayuda a través de sus impuestos”, recalcó.

Destacó que el precio para la industria es uno de los más caros y por el que menos se ha trabajado para reducirlo.

El economista Rigoberto Monge dice que este es uno de los grandes problemas que sigue teniendo el país para ser más competitivo.

Por ejemplo, el precio de la energía que paga la industria en Perú vale entre $0.09 y $0.10. En Trinidad y Tobago, con quien se está afinando un tratado comercial con El Salvador, tiene precios que oscilan entre los $0.03 y $0.05 por kilovatio. “Nosotros hemos pagado hasta $0.25 por cada kilovatio”, dijo Monge.

Marginar precios

El mercado de oportunidades se explica de esta manera: como si fuera una competencia, las empresas generadoras inyectan su energía de acuerdo con la demanda, y primero se despacha la electricidad de menor precio, pero se paga el precio del último generador que despacha su energía.

Esto sucede cientos de veces en el día, y todos los días del año, pues el mercado demanda y oferta a cada minuto.

En esta competencia juegan todos: CEL, INE, Nejapa Power, La Geo y otras, quienes establecen su precio de acuerdo con sus costos de generación. Por ejemplo, si la empresa X vende energía al Mercado Regulador del Sistema (MRS) a $120, es la primera que se despacha, pero si la última empresa que inyecta a la red oferta $180, es este el precio que la Unidad de Transacciones (UT) deberá pagar a ambas compañías.

El tema es complicado, pero clave para entender que en los últimos meses, el país ha pagado precios altos por la energía y, otorgado a otras empresas tomadoras de energía, grandes ganancias.

Según Ceavega, el 99 % de las generadoras estatales (CEL, La Geo, INE) son tomadoras de energía.

Aunque una publicación de CEL asegura que ni la INE ni La Geo están fijando los precios, como lo asegura el diputado de ARENA, Edwin Zamora, lo cierto es que estas compañías están obteniendo grandes ganancias solo por ser tomadoras de precios altos que ofrecen otras compañías.

Zamora asegura que el país podría pagar menos por la energía, si se cambiara este esquema de comercialización y se contratara el 100 % de la que se produce a largo plazo.

Sin embargo, a pesar de que el Consejo Nacional de Energía (CNE) ha hecho esfuerzos por diversificar la matriz energética y dirigirla a fuentes renovables, las contrataciones de largo plazo no se dan con la celeridad que se esperaría. Actualmente el CNE mantiene en proceso una contratación de 300 megavatios (MW) de potencia y energía asociada, entre otros.

¿Beneficios para todos ?

Si bien es cierto, la energía residencial es más barata porque el Estado subsidia parte de ella, para Cea Vega, el beneficio debería ser por igual aunque aclara que a través de distintas metodologías.

Reprocha al Gobierno que, a pesar de que este obtiene grandes ganancias, no use parte de sus retribuciones para ayudar a reducir el precio a otros sectores (de mediana y alta demanda) con su consumo de energía. Entre las peticiones que la ASI ha hecho en repetidas ocasiones está la propuesta de implementar precios por hora, para reducir tanto la demanda como el costo de las compañías. “No queremos que nos subsidien. Solo queremos que haya más incentivos, más apoyo para que la industria sea más competitiva”, dijo.

Y la contratación a largo plazo es para Ceavega una buena opción para que el precio pueda reducirse no solo a nivel industrial o comercial, sino también a nivel residencial. “Todos los salvadoreños podríamos ser más beneficiados si las política comercial de la energía permitiera contratar toda la generación a precio más bajo que el de los mercado spot (diario o de oportunidades).