Conocedor de la realidad económica y política de toda Centroamérica, ya que en la mayoría de los países que la integran tienen presencia los almacenes y las empresas que preside, Ricardo Simán, presidente de Almacenes Simán, resiente que El Salvador no haya podido salir de los niveles de bajo crecimiento de los últimos años, que con suerte apenas rozan el 2 % del Producto Interno Bruto (PIB).
Según cifras oficiales en 2013 se estima que el crecimiento fue del 1.6 %.
El empresario afirma que desde 2008, cuando empezó la crisis mundial, pasaron tres años para que el resto de países de la región comenzaran a despegar y a tener mayor dinamo productivo, pero El Salvador se quedó rezagado ante sus pares.
“Es lamentable que nosotros los salvadoreños no hemos podido remontar, después de tres años o dos años y medio esta crisis de bajo crecimiento, y nos hemos quedado abajo del 2 % en promedio, 1.5 % o 1.4 %, dependiendo del año en que se mida, y el país necesita un crecimiento del 5 o 6 % en promedio”, apuntó.
Y se necesita tal nivel de repunte económico, advierte, para que la sociedad pueda absorber los puestos de trabajo que vienen demandando las nuevas generaciones, “los que vienen saliendo de los colegios, universidades e institutos técnicos, entre otros”.
Acá el emprendedor recalca que hay que buscar una fórmula de crecimiento, “y esa fórmula no pasa por la confrontación ni que entre en pánico el sector privado por actitudes que preocupan y que no permiten sentir esa tranquilidad en algún mercado.
“Nosotros tenemos la experiencia de estar en casi toda Centroamérica y te digo que (aquí) se siente la diferencia”, razonó.
Consultado por qué El Salvador no ha logrado acelerar como lo han hecho otras naciones, responde que no han existido las políticas necesarias.
“El presente gobierno ha pasado casi los cinco años muy distanciado del sector privado, y en muchas ocasiones confrontando al sector privado… no ha sido un aliado y formado equipo con el sector”.
Recalca que situaciones como la anterior no han estimulado a los emprendedores, puesto que cuando no hay crecimiento económico no hay mayores inversiones.
Por ejemplo, enfatiza, “en el negocio principal en el que nos desarrollamos no podemos abrir nuevos puntos de venta (almacenes) cuando no hay crecimiento, cuando el consumo está estancado”.
En esta parte, se le recuerda que varios empresarios salvadoreños se reunieron durante bastante tiempo con el Presidente Funes y su gabinete económico, en el marco del Asocio para el Crecimiento, con el fin de buscar soluciones al problema del bajo crecimiento económico y de la inseguridad pública, y se le pregunta si no vio alguna variable positiva a destacar, ante lo cual expresa: “Pues en lo personal no alcanzo a ver nada contundente y grande que haya traído consecuencias de estas (reuniones)”.
Simán asegura que para generar más empleos, lo principal es generar confianza y seguridad jurídica y seguridad ciudadana y para ello no se debe ver la generación de riqueza como un enemigo de la sociedad o del país, porque cuando se siente esa tranquilidad, y se siente que se valora el emprendimiento, vienen las inversiones y eso trae nuevas fuentes de trabajo.
Eso sí, hay costos escondidos que no se pueden cuantificar, como el de la seguridad, indica.
Para el caso habla de la seguridad para los colaboradores, para las instalaciones físicas, para los clientes, que son de los costos imponderables más altos.