Pese a que El Salvador no refleja el precio más elevado en la tarifa oficial de energía eléctrica con respecto a los demás países de Centroamérica, sí es el único país que no cuenta con incentivos a la tarifa para el sector industrial de parte del gobierno hasta la fecha.
De acuerdo con Juan Ceavega, gerente de energía de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), para que las empresas del sector cuenten con mecanismos que contribuyan a generar producción más barata no es una cuestión que ellos tienen que pedir rebaja de precios, sino que es parte de la apuesta por el desarrollo del país.
“Cada vez que nosotros decimos esto (de los incentivos a la tarifa de energía eléctrica) se nos acusa de que estamos queriendo que se nos regale energía y eso no es así”, indicó Ceavega.
El experto señala que otros países centroamericanos cuentan con diferentes incentivos que les permiten bajar costos. “Aunque no salga reflejado en las tarifas, hacen acuerdo entre ellos (el gobierno con las empresas) para hacer cosas favorables para el país”, indicó.
Este fenómeno de acuerdo con el gerente de energía de la ASI, permite que exista una ventaja en las demás naciones de la región a la hora de competir en costos, y se da, precisamente porque ellos si le están apostando al desarrollo a través de la industria.
Mientras tanto en El Salvador, el gobierno no está creando las condiciones para incentivar a empresas como las exportadoras y las generadoras de divisas, para hacer crecer la economía.
Por el contrario, el representante de la ASI, señala que se están desperdiciando recursos en otros proyectos que a futuro no retribuirán la inversión a la nación.
“Este es un problema de apostarle a que la industria crezca y sin embargo estamos tirando dinero con subsidios que no son focalizados, gastando más de $15 millones mensuales en ello, sólo por la búsqueda del populismo”, apuntó.
Aunque Ceavega señala que está de acuerdo con que se entregue el subsidio de manera focalizada a la gente que de verdad lo necesita considera que también deben crearse mecanismos para que la gente no dependa de ellos a futuro y que exista menos consumo eléctrico.
Con respecto a la generación de energía más barata con gas natural, aunque piensa que es una medida “que va a ayudar a que el precio sea más bajo”, indica que se debe tener mucho cuidado y buscar alternativas para que no suceda lo mismo que con el caso del petróleo.
“El temor que tenemos es que hace 20 años el petróleo no costaba lo que cuesta ahora, entonces ¿qué va a pasar dentro de 20 años con el gas natural?”, es la interrogante que tiene el sector.
Actualmente la demanda de energía eléctrica refleja una tendencia a la baja, lo que según el ejecutivo industrial, por un lado representa más eficiencia energética, pero también significa que las empresas están paralizadas en temas de producción.