El crédito para la construcción cayó 55 % a junio

Casalco asegura que no hay intensidad en la construcción de viviendas

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Los empleos en el sector construcción han crecido en junio, pero el dato aún es menor a los de 2008. foto edh / Mauricio Cáceres

Por Karen Molina nacional@eldiariodehoy.com

2013-09-01 8:00:00

El crédito dirigido a la construcción de nuevas viviendas cayó un 55.12 % a junio de este año, según el último informe de la Cámara Salvadoreña de la Industria de la Construcción (Casalco).

El número por sí solo tal vez no diga nada, pero para el director ejecutivo de esta gremial empresarial, Ismael Nolasco, este es el reflejo de un sector estancado que no invierte en proyectos habitacionales de gran escala porque no ha visto demanda.

Antes de la crisis económica de 2008, muchas constructoras hacían proyectos habitacionales en los que construían 500 o mil casas, pero los proyectos de hoy se están limitando a hacer menos viviendas o a concentrarse en estratos sociales más altos, que les aseguren el retorno de su inversión.

“Los nuevos proyectos habitacionales se cuentan con los dedos de la mano”, dijo el ejecutivo. En lo que va del año los bancos solo han financiado proyectos habitacionales que suman $14.36 millones, cuando el año pasado, a esa misma fecha, ya habían financiado $32 millones. “Este año no ha habido ningún proyecto emblemático”, reiteró.

Algunos de los proyectos de este año son Metrópoli San Gabriel, que lo construye Salazar Romero, o Vistas de Los Planes y Vistas de San Francisco, que comercializa apartamentos de lujo, pero “no hay intensidad en la construcción”, afirmó.

Y no es que no haya necesidad de construir más casas. El déficit habitacional cuantitativo de 44,000 casas que tiene el país refleja la necesidad de los salvadoreños de tener una casa digna. El problema está en el crédito.

Sin embargo, señaló que “el sector privado (constructores) tiene que ser responsable”. Si se lanzan a construir un proyecto habitacional deben estar seguros que van a recuperar su inversión y es precisamente esa seguridad la que no están viendo en estos momentos.

Con una economía estancada (1.5 % del PIB en 2012), el empresario reconoce que la mayoría de las personas ha dejado de lado su aspiración por comprar una casa propia y ha priorizado otros gastos.

Y si se habla de créditos hipotecarios, aunque la banca ha incrementado los préstamos en 7 % a nivel general, el de adquisición de vivienda ha caído 8.11 % respecto al año pasado. “Más del 50 % de la población no tiene posibilidades para tener un crédito hipotecario”, afirmó Nolasco.

Y como un efecto dominó, las mínimas inversiones en la construcción también están afectando a la generación de empleo. Según Casalco, el sector aún no logra recuperar 10,000 trabajados que se perdieron desde septiembre 2008, cuando explotó la crisis económica mundial. A junio de este año los trabajadores del sector construcción inscritos al Seguro Social (ISSS) eran 26,565, pero en agosto de 2008, ese número era de 32,374.

Créditos accesibles

Una de las soluciones que Casalco ha planteado al Gobierno es la aprobación de la Ley de Intereses Preferenciales, que permitiría a las personas de clase media y baja, acceder a créditos en los que el Gobierno financie parte de los intereses.

Aunque Nolasco asegura que una ley como esta reactivaría de inmediato el sector construcción, la propuesta sigue en la mesa de la Secretaría Técnica de la Presidencia y del Ministerio de Hacienda, quienes evalúan los mecanismos para financiar este proyecto, pues según Nolasco, funcionaría como un subsidio a la vivienda.

Con una ley como esta, ciudadanos de determinados ingresos económicos podrían pagar entre 3 y 4 % de interés, cuando actualmente los préstamos tienen tasas del 7 u 8 %.

Panamá ya tiene una ley como esta, que le ha permitido a muchos de sus ciudadanos tener una casa propia. Un estudio que Casalco ha realizado estima que con esta ley se podrían construir al menos 6,861 casas en cuatro departamentos del país.

La ley sería el complemento perfecto del anteproyecto de ley de agilización de trámites de la construcción, que está a punto de aprobarse en la Asamblea Legislativa y que permitiría a las constructoras obtener los permisos en menos tiempo. “Si se aprueba una ley de agilización y se complementa con una de intereses preferenciales, la construcción se dinamizaría inmediatamente”, afirmó Nolasco.

Casalco estima que por cada casa construida, se genera un promedio de nueve empleos, tres directos y seis indirectos. Panamá, que tiene vigente esta ley desde 1985, subsidia casas que van desde los $35 hasta los $125 mil dólares.

Pero aunque la ley beneficiaría a miles de familias en El Salvador, el financiamiento podría ser una de las grandes trabas para realizarlo. Como en todo subsidio, el Gobierno tiene que poner parte del dinero y en materia fiscal el Gobierno no parece tener sus mejores años, ya que financia subsidios como el gas y el agua, incluso con préstamos internacionales. Además, el crecimiento económico del 1.5 % del PIB, del año pasado, no es suficiente para que el rubro despegue.