ILC y SABMiller se recargan de eficiencia

Ostenta el título de ser la mejor fábrica cervecera de SABMiller en el mundo. Ahora el reto es conservar el trono con mayor productividad

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ILC invertirá $60 millones en los próximos tres años.

Por POR GUADALUPE TRIGUEROS FABEIRO

2013-09-06 6:10:00

Los mejores indicadores de eficiencia, productividad y calidad alcanzados por Industrias La Constancia (ILC), subsidiaria del Grupo SABMiller, le valieron ser reconocida como la mejor fábrica cervecera del conglomerado a nivel mundial. El título sigue en su poder desde 2012 y espera conservarlo para este 2013 y los venideros. Las evaluaciones mensuales han comenzado y el reto es ser más eficiente que ayer.

Por eso, Rafael Álvarez, el colombiano que ha asumido la cabeza de ILC a partir de julio, se ha planteado el reto de “no parar” en la ganancia de niveles de mayor eficiencia en manufactura, y en fortalecer su plan de negocios para conseguirlo.

Esta meta es bastante agresiva. ILC debe competir con 17 plantas de cerveza en Latinoamérica, ocho en Norteamérica, 22 en Europa y 97 de África y Asia.

El antecesor de Álvarez, el hondureño Carlos Fernández, colocó a ILC como la planta #1 de SABMiller en el mundo modificando tres indicadores claves en la producción de cerveza: usar 11 % menos de agua, bajar en 5 % el consumo de energía y elevar a 94.26 % el tiempo efectivo de producción de la maquinaria.

Ahora, Rafael Álvarez debe superar estos índices y destacarse en otros con su propio sello. Su máxima apuesta la ha concentrado en el equipo de trabajo y en las ventas.

Vender es su especialidad y lo hizo durante cuatro años para ILC, como anterior vicepresidente de ventas. Ha logrado que su estrategia marche al ritmo de un constante benchmark que le permite medir los rendimientos. La planeación de ventas, de consumo y de inventarios ha sido reconocida por SABMiller como parte del manejo exitoso de ILC y Álvarez piensa llevar su modelo a la región y a las otras naciones donde su casa matriz opere. Doble reto para Álvarez.

Cuesta arriba, pero positivos

La tasa de crecimiento económico de El Salvador, que los analistas más severos estiman que oscilará entre 0 % y 1 % para el cierre de 2013, afecta directamente los niveles de consumo que ILC espera tener.

En el país, el consumo se mide por los ingresos en IVA, en remesas, en exportaciones y por el nivel de desempleo. A julio 2013, los ingresos por IVA cayeron $103.5 millones; las remesas bajaron de casi $2,350 millones registrados a julio de 2012, a un poco más de $1,950 millones, el mes pasado. Si el IVA y las remesas disminuyen, indican que el consumo es menor y las ventas también.

No obstante, para Aldo Vallejo, vicepresidente de ILC, hay señales que indican que no todo estará mal para la industria cervecera y de bebidas.

En los últimos ocho meses del año, las exportaciones crecieron 5.6 %, mientras las importaciones lo hicieron a un mayor ritmo con 7.3 %, y el indicador neto de ventas ha subido de 0.4 % a 20 %, según los últimos informes de Fusades.

Los proyectos de inversión que pueden reactivar la economía y el consumo y que mejorarían el ánimo de los salvadoreños para comprar más cervezas son el Asocio para el Crecimiento, el Fomilenio II, el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea e incluso la Alianza Pacífico.

Los dos primeros programas impulsados por Estados Unidos están orientados a mejorar el clima de inversión y de producción, mientras que los acuerdos comerciales con los socios europeos que entrará en vigencia este año y las posibilidades de ser parte del mayor bloque comercial latinoamericano, alientan las expectativas de consumo que ILC ha trazado en su plan de negocios.

“Esperamos que con eso se atraiga inversión de diferente tipo. Con mas inversión, la economía crecerá como resultado de la confianza que las empresas ponemos al país invirtiendo, habrá obviamente mas consumo”, consideró Álvarez. Para los próximos tres años, ILC espera elevar sus inversiones de $55 a $60 millones. Cualquier mejoría que haya en la institucionalidad democrática y la seguridad ciudadana, sería más positivo para las proyecciones de ILC.

Vallejo y Álvarez encabezaron la semana pasada el programa “4E, camino al progreso”, el cual dará capacitación, asistencia técnica y créditos a 40,000 tenderos, en el próximo quinquenio, en El Salvador, Honduras, Colombia, Ecuador, Panamá y Perú.

Es una inversión de $17 millones y un aporte de $6 millones del BID. En El Salvador, el monto será de $6.33 millones y el operador será el colombiano Banco Agrícola.

Por un lado, el objetivo final es asegurar un mayor consumo de sus productos, pero en el caso de El Salvador, el éxito de su programa dependerá de los niveles de delincuencia. Las pandillas obligan a los tenderos a cerrar sus establecimientos. ¿Cómo lidiar con esto en contra de mejorar los niveles de consumo? Vallejo matizó: “Necesitamos que las instituciones públicas cumplan su labor”.

Álvarez añadió, “tenemos que ver cómo todas estas buenas señales se tangibilizan, acompañado de un mejor clima de negocios y más seguridad”.

Seguridad pública y buen clima de negocios son los ingredientes que ILC necesita para fabricar más cervezas en El Salvador.

Los esfuerzos de la compañía están centrados en producir para El Salvador, no tienen en su mira exportar a otros países, ni renovar su portafolio de productos. Lo que sí tiene es una estrategia específica de acercamiento de marcas que cada vez será más fuerte versus la competencia.

ILC calcula que con un millón de dólares en ventas adicionales, su producción de bebidas se elevará y sería capaz de generar un efecto multiplicador de 4.8 % en el PIB de El Salvador, $420,000 de ingresos al fisco, 955 nuevos empleos directos e indirectos en un año y $3.8 millones en pagos de salarios brutos.

Si ese millón de ventas adicionales llega a registrarse, el impacto del consumo de productos en la economía completa del país podría ser de $3.4 millones, como parte de la cadena de decisiones de consumo asociadas a la cervecera, a sus proveedores y a los proveedores de éstos.

Actualmente, el sector de bebidas representa el 2 % del PIB de El Salvador. ILC contribuye en el 1 % de esa cifra, con el 2 % de la recaudación tributaria y con el 2.5 % de la población económicamente activa.

Aunque lo anterior es sólo un ejercicio para demostrar el impacto de la cervecera en la economía del país, nuevamente es aquí donde la jarra vuelve de donde vino: ILC busca ser más eficiente para producir. A SABMiller le ingresaron $31,388 millones, a marzo de 2012 y, un año después, la cifra se elevó a $ 34,487 millones, gracias a su expansión en Centroamérica, África y Asia.

El volumen de cerveza producida por el segundo mayor fabricante mundial subió 3 %. Latinoamérica le genera el 40 % de su crecimiento en las ganancias del negocio y en esta región ha funcionado la promoción de cervezas más baratas para elevar el consumo.

En El Salvador, la estrategia no fue la excepción. En 2009, en plena crisis económica, ILC lanzó “la morenita” Pilsener de bajo precio y de menor contenido, como una alternativa para quienes la cerveza debía salir del presupuesto mientras las condiciones de ingreso no mejoraran. También fue una forma del fabricante para enfrentar el alza de impuestos de $0.09 a la cerveza.

Pasado el altercado con el fisco, Pilsener pasó a tener presentaciones de 11, 12, 16 y de 22 onzas. También hubo réplicas en pequeño para la Golden y la Regia, pero ninguna para Suprema, del sector premium.

Ahora, el nuevo presidente de ILC planea elevar el consumo, de la mano con el mundial de fútbol 2014 y en compañía de Coca Cola, uno de los patrocinadores oficiales. Quien compre Coca Cola, tendrá la posibilidad de ir a Brasil. Esta vez, el presidente de ILC tendrá que sacarle lucro a la samba y ser más eficiente. Por el momento, no se sabe quién ganará la copa mundial, tampoco si ILC conservará su trono en SABMiller.