ASI: Mientras Goes confronta nos pide más inversiones

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Javier Simán, presidente de la ASI, hizo un llamado al gobierno para evitar la confrontación, fortalecer la institucionalidad y preservar el respeto al Estado de Derecho. Foto edh / jorge reyes

Por Guadalupe Hernández negocios@eldiariodehoy.com

2013-04-16 8:00:00

Las alocuciones semanales, en las que el más del más alto representante del Gobierno aprovecha para desprestigiar y confrontar con el sector empresarial fueron criticadas ayer por la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI).

La gremial considera que no es posible que el gobernante les exija confianza y más inversiones para reactivar la economía cuando al mismo mantiene una actitud confrontativa con el sector.

El presidente de la ASI, Javier Simán, destacó que en los últimos años han venido afrontando una serie de adversidades y amenazas que han puesto a prueba la capacidad empresarial.

“Venimos además combatiendo prejuicios, arbitrariedades y ataques a nuestro espíritu emprendedor”, expresó durante la presentación del ranking de la Industria 2012.

Para la gremial, lo más lógico es que un gobierno enfoque sus esfuerzos en fortalecer el sector productivo, facilitar su crecimiento y eliminar cualquier obstáculo a la competitividad.

El gremio también observa con preocupación como muchos líderes políticos y parlamentarios confabulan contra la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia o buscan mayor control político de las instituciones del Estado, mientras los salvadoreños sufren el impacto de los problemas económicos y sociales en el seno de sus familias.

Los empresarios, dijo, también se ven afectados por la pérdida de competitividad de El Salvador, lo que lo pone a la cola de otros países de la región, que tienen mejor clima para hacer negocios.

La falta de mantenimiento de la infraestructura pública como puertos, aeropuertos, carreteras, puentes y aduanas, sin duda abonan a la pérdida de dicha competitividad.

Según la gremial, las operaciones industriales se ven entorpecidas por la excesiva burocracia y tramitología que ahogan cualquier negocio con interminables trámites para obtener diferentes permisos.

En este punto hizo énfasis en la diferencia de trato por parte de las autoridades a los empresarios locales versus los externos, a quienes no aplican los rigurosos esquemas de supervisión, lo cual sin duda genera una competencia desleal, pues no se aplica la ley a todos por igual.

El alto costo de la energía eléctrica —debido a la mala gestión de los proyectos de energía renovable— también figura dentro del abanico de problemas que día a día viven las empresas. Así como también el costo de la delincuencia, la criminalidad, la incertidumbre política, la inseguridad jurídica y la falta de institucionalidad.

Simán dijo que pese a los desafíos cotidianos que enfrenta la industria, el año pasado se logró un crecimiento del 2.7% (sin incluir maquila), mientras que las exportaciones del sector tuvieron un crecimiento del 3%. Los saldos en negro fueron generados del propio esfuerzo empresarial.

Los rubros industriales que más exportaron el año pasado fueron el textil y confección, que logró colocar $2,198 millones; alimentos y bebidas con $584 millones, y el químico farmacéutico con $323 millones. Para Simán, los resultados pudieran ser mejores si el país gozara de un mejor clima de confianza y seguridad, y en donde las instituciones públicas contribuyan a eliminar los obstáculos que dificultan el hacer negocios en nuestro país.