Políticas generan escasez de autos en Venezuela

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Las textileras que operan en Centroamérica estiman que si el TPP se aprobara se perderían 200 mil empleos en la región. Piden a Estados Unidos trato igualitario. foto edh /archivo

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2013-02-20 8:00:00

CARACAS. Venezuela es posiblemente es único país del mundo donde un automóvil se hace más caro al momento de sacarlo de la concesionaria, después de comprarlo.

Comprar una camioneta deportiva Ford Explorer 2012 implica un desembolso de hasta 1,2 millones de bolívares, el equivalente a unos 60,000 dólares en las calles, lo que representa el doble del costo de un auto nuevo, de acuerdo con el principal sitio de venta de autos usados en el país. Vehículos de modelo reciente Jeep y Ford Fiesta, usados, cuestan también el doble que su equivalente nuevo.

Ello va en contra de la tendencia en todos los demás lugares del mundo, donde los vehículos pierden valor en cuanto se venden.

La situación, de acuerdo con varios economistas, es resultado de los controles orientados al socialismo que ha impuesto sobre la economía el gobierno del presidente Hugo Chávez. Esas medidas han derivado también en carestía de productos básicos, como azúcar y harina de maíz.

En el mercado automotriz, esas políticas han casi agotado el inventario de vehículos nuevos, y los venezolanos que logran hacerse de uno suelen revenderlo de inmediato para sacarle una ganancia.

Para varias personas, como el gerente de banco Luis Villamívar, eso ha hecho que la compra de un automóvil se convierta en toda una odisea.

“Es muy frustrante. Tengo el dinero que necesito para comprar un carro de un concesionario, pero no hay carros disponibles’, expresó Villamívar, quien lleva cinco meses tratando de comprar un vehículo.

Aunque las reservas petroleras probadas del país figuran entre las mayores del mundo, su mercado automotor ha sido golpeado por una serie de restricciones que han tenido algunas consecuencias indeseables.

A fin de reducir la fuga de capitales, el gobierno de Chávez ha mantenido un estricto control cambiario durante la última década, lo que dificultó que los venezolanos compraran dólares y generó un mercado negro, donde se puede comprar la moneda estadounidense, pero más cara.

Simultáneamente, el gobierno ha restringido la venta de dólares para empresas mediante una agencia oficial, lo que ha generado una escasez de divisa disponible para las importaciones.

En los supermercados, en zapaterías, y en otros negocios la historia es la misma. —AP