Lento crecimiento y endeudamiento deterioran nota de riesgo

Moody?s disminuyó la calificación de riesgo de El Salvador en cuatro posiciones entre 2007 y 2012, y pasó de "Baa3" a "Ba3"

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Lento crecimiento y endeudamiento deterioran nota de riesgo

Por Karla Argueta nacional@eldiariodehoy.com

2013-01-06 8:00:00

El pobre crecimiento económico y el incremento de la deuda pública han contribuido a que la calificación de la capacidad de pago del país desmejore.

Eso significa que cuando un empresario evalúa opciones de inversión- en bonos, por ejemplo-, El Salvador es el país de América Latina, excluyendo a Honduras, Nicaragua, Venezuela y Argentina, que le ofrece a los tenedores la menor certeza de que honrará ese compromiso, según la última evaluación de la agencia clasificadora de riesgo Moody’s.

Para el 2 de enero de 2013, según la firma estadounidense, la calificación de riesgo soberano vigente para El Salvador era de Ba3, un escalón por debajo de la que el país ostentaba en junio de 2012, y cuatro posiciones inferiores que en 2007, según un informe divulgado por la calificadora Equilibrium, afiliada a Moody’s.

La calificación de Ba3 es la misma que posee actualmente Portugal, y, en los parámetros de Moody’s, el país está a dos escalones de llegar a tener la nota de riesgo soberano de Honduras, que se ubica en B2, y a tres de Argentina, que a enero de 2013 ostenta una B3, que se encuentra frente a la amenaza de quedar excluida de los mercados de bonos debido a su incapacidad de pago.

El Salvador y algunos de los países de la zona euro que afrontan crisis de deuda han sido los únicos, de un listado de 27 naciones, que bajaron escalones en su calificación de riesgo soberano entre 2007 y 2012, de acuerdo con datos proporcionados por Equilibrium.

La caída en este rating se suma a la revisión de la perspectiva que otra de las gigantes de la calificación de deuda, Fitch, hizo a mediados del año pasado.

En un principio, la agencia Fitch otorgó a El Salvador una nota de “BB”, con perspectiva “estable”; sin embargo, debió rebajarla a “negativa” por “los niveles de crecimiento de la economía, (que registró) tasas relativamente bajas, comparado con el resto de (países) de su categoría, y cuyo resultado impide que las finanzas públicas puedan entrar en un proceso de consolidación y que el nivel de deuda se reduzca”, explicó vía telefónica, Santiago Mosquera, director de riesgo soberano para Latinoamérica de Fitch Ratings.

En las evaluaciones de riesgo soberano de Fitch, Mosquera comentó que Panamá, Costa Rica y Guatemala tienen una posición más ventajosa que la de El Salvador con calificaciones de BBB, BB+ y BB+, respectivamente.

El exdirector ejecutivo de la calificadora Fitch Ratings en nuestro país, Mauricio Choussy, explicó que su impresión “es que, en buena medida, la calificación se ha desmejorado porque otros países han estado mostrando mejor capacidad de pago”, es decir, que en la carrera por reducir la presión en sus finanzas y mejorar su prestigio como pagadores, otros han hecho mejor la tarea gracias a un crecimiento económico sobresaliente.

La agencia Moody’s ha sido la única que hace 15 años le otorgó al país “grado de inversión”, es decir, una calificación de entre “AAA” y “BBB”. De acuerdo con el exministro de Hacienda, Manuel Enrique Hinds, en aquel entonces El Salvador logró reducir la relación entre la deuda pública y el Producto Interno Bruto (PIB), y había desarrollado una política fiscal que daba la seguridad de equilibrio en el futuro y gozaba de mayor crecimiento económico.

Cada vez que hay un retroceso en la calificación de riesgo soberano, El Salvador se aleja de esa meta deseable de adquirir el calificativo de “grado de inversión”, y se condena a permanecer dentro de la categoría de “grado especulativo” o “bono basura”, como comúnmente son reconocidos aquellos mercados en donde existen mayores riesgos financieros.

Grecia es a la fecha el representante más conocido de esa categoría, con una calificación de “C”, según Moody’s, la más baja de toda la escala y que es otorgada a aquellos países que han caído en “default” o cesación de pagos.

“El Salvador ha tenido cada vez una calificación de riesgo más baja, lo que hace eso en el mercado es que si usted tiene que decidir dónde invertir o qué inversión hacer o qué bonos comprar, usted se decidirá por los bonos cuyas calificaciones de riesgo vayan mejorando o estén estables y va a invertir menos en países cuya calificación de riesgo soberano se venga desmejorando”, explicó Choussy.

Además de perder el interés de los inversionistas, según Hinds, el país también paga el costo de su caída en la calificación de riesgo soberano con una tasa de interés más alta a la hora de emitir bonos.

“En la década de 1990 y principios de 2000 teníamos una calificación más alta que casi toda la América Latina, porque teníamos grado de inversión. Teníamos una tasa de interés más baja que la que pagaba Panamá. Ahora nosotros pagamos una tasa más o menos igual a la de hace 10 años, pero ahora es bastante más alta a la de Panamá, porque el último mejoró su calificación y la de nosotros cayó”, argumentó el también economista.

La próxima revisión de Fitch se desarrollará a mediados de 2013, y según Mosquera, debido a que la perspectiva de la nota “BB” es negativa, “existe un 50 por ciento de probabilidades de que la calificación de nuestra nación baje uno o más escalones”.