USULUTÁN. Para abril próximo, los pacientes del departamento de Usulután que adolecen de insuficiencia renal ya no tendrán que viajar hasta el hospital San Juan de Dios de San Miguel para tratarse, pues el hospital San Pedro, de Usulután, contará con su propia unidad de nefrología.
El anuncio se realizó en agosto del año pasado, y a inicios del presente año, las autoridades del Ministerio de Salud realizaron la inspección de las instalaciones donde funcionará la unidad, para garantizar que cuentan con el espacio adecuado para ubicar todo el equipo que requerirán.
Carlos Elías Portillo, director del hospital usuluteco, indicó que “desde que se construyó el nuevo hospital se dejó un espacio asignado para la unidad de nefrología, pero no contábamos con el equipo necesario y el personal para poder abrir la unidad”, indicó el galeno, a pesar de que Usulután es uno de los departamentos en los que se registra más enfermos renales, quienes durante años se han visto obligados a viajar hasta San Miguel para poder tratar su enfermedad.
“La inspección de las instalaciones la realizaron recientemente y ya estamos a la espera de la compra del equipo y la contratación del personal, para que a finales de marzo o principios de abril la unidad este funcionando”, explicó el galeno.
Según las autoridades del nosocomio, la unidad tendrá capacidad para recibir un promedio de 120 pacientes cada semana; es decir que mensualmente recibirán un promedio de 480 pacientes renales.
La unidad será activada con un presupuesto de 400 mil dólares, dinero que será el gasto anual a invertir, según especificó Portillo.
“Lo más caro son los insumos que se requieren para atender los pacientes, porque son medicamentos muy caros los que se utilizan, por eso se invertirán 400 mil dólares cada año para sostener la unidad”, explicó el director.
El hospital también contratará con siete personas, entre enfermeras, nefrólogos y médicos internistas, que serán los que estarán a disposición en la unidad.
Pero para pacientes como Miguel Martínez, que durante dos años han viajado hasta San Miguel para tratarse la insuficiencia renal, es una luz de esperanza la apertura de la nueva unidad en Usulután.
“Cuando abran la unidad aquí, ya no seguiré con el calvario de viajar cada semana para tratarme mi enfermedad y además me ahorraré energías y dinero con cada viaje”, indicó Martínez.
La apertura de esta unidad significará además que el hospital San Juan de Dios de San Miguel dejará de permanecer saturado de enfermos renales, pues muchos de los pacientes ya podrán quedarse en Usulután atendiéndose su padecimiento.
Actualmente, el hospital San Pedro atiende un promedio de mensual de 14 pacientes renales, en sus instalaciones, mismos que son referidos al hospital migueleño si pasan a la etapa crítica de la enfermedad, pues por lo complejo no pueden atenderles.
Esta cifra que ahora atienden se multiplicará cuando habiliten la nueva unidad, según las expectativas que tienen las autoridades del referido sanatorio.