LA UNIÓN. En septiembre del año pasado fue inaugurado el edificio del mercado municipal de San Alejo, a un costo de 500 mil dólares, y tras años de espera de vendedores y ciudadanía. Pese a la inauguración y la enorme inversión sigue sin funcionar.
Los vendedores que llevan décadas ubicados en las calles y que aún están en ellas siguen esperando que se les reubique al interior del nuevo mercado.
Pero la reubicación debe esperar porque la nueva central de abastos carece del servicio de energía eléctrica.
Eso porque el sistema eléctrico no fue instalado correctamente y requiere de cables diferentes a los instalados, según confirma el edil Inmar Barrera.
Asegura que se percataron de las fallas hasta que llegó la Empresa Eléctrica de Oriente (EEO) a realizar los trabajos de verificación y conexión del servicio.
“La EEO no daba el aval para reconectar o dar el servicio, no quedó de otra que contratar a unos electricistas para que hicieran el trabajo de cambiar todo el cableado y otras cosas que se requieren”, dice Barrera.
Según el edil, analizan si demandarán a la empresa subcontratada, pero que de momento la prioridad es reubicar a los comerciantes.
“Al resolver el problema iniciaremos con la reubicación de los vendedores que son de aquí del pueblo y si hay espacio se les dará oportunidad a los vendedores que vienen de otros lugares”, enfatizó.
Martha Sánchez vende pupusas y dice que esta de acuerdo en pasarse al nuevo mercado.
Agrega que “sólo estamos esperando que terminen de hacer las reparaciones en la energía. Creo que una vez estando adentro del mercado, el pueblo tendrá otra nueva imagen”.
Juan Bautista es el electricista que está encargado de reparar el sistema eléctrico y dice que encontraron un desastre en la instalación.
“El tipo de cable no era el correcto, hay que reinstalarlo. El alambre es muy delgado; era de 2.0 y lo estamos poniendo de 4.0 de grosor”, dijo el hombre.
Agustín Flores, un poblador, sostiene que “no sabemos cuáles son los problemas que hay para que el alcalde no meta a esos vendedores”.
Luego dice que “ya es necesario que empiece a funcionar el mercado y desaparezcan esas ramadas de varas y plásticos”.
Muchos habitantes de San Alejo aseguran que con la reubicación de las ventas al interior del moderno mercado, el pueblo tendrá más ornato.
El pago mensual de impuestos será de 50 dólares y la capacidad de la central de abastos es para 50 comerciantes.
Inicialmente se han contemplado que estén dentro del mercado las ventas de calzado, ropa, lácteos, verduras, granos básicos y carnes.
La obra contempla dos niveles. En el primero se albergará a los vendedores antes mencionados, mientras que en el segundo funcionará una plaza de comida.
Negativa
Los vendedores permanecen fuera del edificio. En primer lugar por la negativa de reubicarse adentro.
Ellos sostienen que hay temor que solo se reubique a unos y otro grupo quede en la calle, lo que para ellos significaría desventaja.
Ese problema se registra desde la inauguración de la obra, por lo que la comuna echará mano de una ordenanza municipal para asegurarse de que todos estarán dentro del inmueble una vez se resuelva el problema de la electricidad.
La alcaldía dice que dará prioridad a los comerciantes locales.
El segundo problema es ese, la falta de energía eléctrica.