La Policía informó que al menos 10 internos de una bartolina de la subdelegación de Santa Ana resultaron intoxicados, después de desayunar.
Los intoxicados fueron identificados como William Armando Ortiz, René Jesús Aguilar, Nehemias Gutiérrez Ríos, Armando Cruz, Juan Carlos Herrera Chacón, Juan Francisco Chávez, José Ramírez Lemus, José David Hernández Serrano, Juan José Gallardo Galdamez y Manuel de Jesús Reyes.
Reos de las bartolinas de Cuscatancingo trasladados a Hospital Zacamil por problemas de salud
Mas de una veintena de reos fueron trasladados de las bartolinas de Cuscatancingo a el Hospital Zacamil por una intoxicación colectiva. Los reclusos fueron atendidos y puestos en cuarentena en el nosocomio. Mientras tanto en las bartolinas de Cuscatancingo, los familiares de los convictos llegaron a preguntar masivamente por la salud de sus seres queridos.
Según el jefe policial los enfermos empezaron a vomitar después de comer y de inmediato fueron llevados al hospital San Juan de Dios de la cabecera departamental, al menos cuatro están delicados y tres en observación en el centro hospitalario.
Las bartolinas de la subdelagacion de Santa Ana tienen capacidad para 200 internos, pero tienen un hacinamiento de 600.
Atención médica especializada
El hospital penitenciario ubicado en Santa Ana alberga 800 reos con enfermedades crónicas y terminales, de igual forma han habilitado en el sector II del penal de Izalco un centro especializado para presos que padecen tuberculosis.
Fallece reo en bartolinas de Cuscatancingo
Un joven de 19 años quien guardaba prisión en la unidad 911 de Cuscatancingo murió en las primeras horas de la mañana.
Pese a tener estos espacios para atender a esa cantidad de población, las autoridades de la DGCP señalan que existen 2,900 reos con enfermedades graves dentro de todo el sistema penitenciario y que reciben atención sanitaria en los diferentes centros de salud pública del país.
Atención
Un promedio de 200 profesionales de salud son los que están a disposición de los más de 39 mil presos recluidos en todo el sistema penitenciario del país, personal que se vuelve escaso para atender de manera eficiente a los presidiarios.
88 enfermeras, 49 médicos generales, 6 médicos especialistas, 31 colaboradores clínicos y personal de las recién inauguradas clínicas en Izalco y Santa Ana integran el equipo.