Una mirada de superación enfocada en la solidaridad

Una joven, con baja visión, busca ayudar a otros en su situación. Ella está a punto de graduarse como trabajadora social y es beneficiada de un proyecto de Cruz Roja.

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Por Néstor García

2018-04-06 6:45:08

SAN SALVADOR. Marina Ermelinda Martínez Cruz, de 24 años, una estudiante egresada de la licenciatura de Trabajo Social de la Universidad de El Salvador (UES), que padece albinismo nigmático horizontal, baja visión y miopía, no se da por vencido y tras graduarse se plantea apoyar a las familias que tienen personas con discapacidad visual.

“El apoyo de la familia es importante porque de ellas depende el autoestima de la persona con discapacidad y que se sientan importantes”, menciona Martínez Cruz, quien padece de baja visión en un 40 %.

La joven es beneficiaria del proyecto Aulas de Gestión Ocupacional para la Región de América Latina (ÁGORA), que ejecuta Cruz Roja Salvadoreña con el objetivo de dar formación técnica vocacional, sensibilizar, adaptación de puestos laborales e incorporar al tejido productivo a las personas con discapacidad visual de los países de América Latina.

La estudiante es originaria del municipio San Rafael Oriente, del departamento de San Miguel y por razones de estudios tuvo que mudarse a vivir al municipio de Ayutuxtepeque, San Salvador, a unos diez minutos de la UES.

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El sueño de Marina para ayudar a personas con discapacidad

Marina Ermelinda Martínez Cruz, de 24 años, estudiante egresada de la licenciatura de Trabajo Social de la Universidad de El Salvador (UES), es una persona con discapacidad visual que además padece de albinismo nigmático. La estudiante forma parte del programa Aulas de Gestión Ocupacional para la Región de América Latina (ÁGORA) ejecutado por Cruz Roja Salvadoreña. Al graduarse sueña con desarrollar un proyecto enfocado a apoyar a las familias de personas con discapacidad visual.

Ayudar a las personas con cualquier discapacidad motivó a Marina a estudiar Trabajo Social. “Como desconocen que tienen derecho como persona con discapacidad visual, se limitan a buscar ayuda”, cuenta Marina Martínez, quien desconocía que Cruz Roja Salvadoreña tenía un proyecto para personas con discapacidad visual y baja visión.

Foto / Cruz Roja

El proyecto AGORA capacitó a Marina en temas de computación, como parte de la formación técnica: “El curso de informática básica me sirvió para poder utilizar mejor los programas como: Word, Excel y Power point, y pues, por ende, todo ello ha hecho que mi calidad de vida sea mejor”, cuenta la estudiante beneficiada con AGORA.

Además, entre las herramientas informáticas y ayudas ópticas del proyecto, Marina Martínez usa un filtro para protección solar que se adaptan a sus lentes y una lupa con graduación, recetados de acuerdo a su baja visión.

El proyecto AGORA promueve los derechos de las personas con discapacidad, entrega herramientas para mejorar la visión y proveer a las empresas los programas cuando contraten a personas con discapacidad visual.

“No sabía que existía Jaws (programa informático exclusivo para que personas con discapacidad visual utilicen la computadora), magnificador de pantalla, amplificadores; desconocía todo ese mundo de la tecnología que nos hace más accesible nuestra desenvolvimiento”, dijo la joven estudiante.

ÁGORA es un programa enfocado a la orientación, formación profesional, y la búsqueda y gestión de oportunidades de empleo para personas con discapacidad visual (PCDV).

El mencionado proyecto de Cruz Roja Salvadoreña cuenta con apoyo técnico y financiero de la Fundación ONCE para Solidaridad con América Latina (FOAL) y de Cruz Roja Española, instituciones con una fuerte experiencia en las áreas de atención de personas con discapacidad, formación e inserción laboral de colectivos vulnerables.

Marina junto a Nohemí Mejía, coordinadora del proyecto Ágora para El Salvador. Foto / Roberto Márquez