INFOGRAF??A: Los factores que podrían causar un nuevo terremoto en El Salvador

México interactúa con cinco placas tectónicas, mientras que El Salvador solamente con dos.

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Foto AFP

Por Nancy Hernández

2018-01-03 3:55:07

El Salvador es conocido como el Valle de las Hamacas, esto por su alta susceptibilidad a movimientos telúricos, causados por lo que se conoce como “la zona de fallas de El Salvador”. Sin embargo, no es el único país con estas características, México tiene un alto índice de sismicidad por la cantidad de fallas y la inestabilidad de su terreno.

Otro aspecto geológico a tener en cuenta es que El Salvador está situado sobre las placas de Cocos y el Caribe, mientras que en México interactúan cinco placas: Norteamérica, del Pacífico, Rivera, Caribe y la de Cocos.

Estas dos últimas, son los factores geológicos comunes que tienen El Salvador y México, a pesar que los dos últimos terremotos que han ocurrido en ese país han tenido relación con la placa de los Cocos, se descarta que El Salvador tenga alguna afectación directa o indirecta en los próximos días.

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Luis Mixco, sismólogo del Ministerios de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Marn), explicó que el sistema de fallas de México con el de El Salvador son completamente distintas. Incluso, los dos últimos terremotos ocurridos en ese país tienen dos fuentes de sismicidad diferentes.

El terremoto del 7 de septiembre pasado fue el resultado del movimiento de la placa de los Cocos bajo la placa Norteamericana. Además, se vio influenciado por la cercanía que el epicentro tuvo con la triple unión de las placas de Coco, Norteamericana y del Caribe.

“Ese sismo del 7 de septiembre fue bastante particular porque se rompió mucha corteza, mucha parte de lo que es la placa de Cocos, son aproximadamente 160 kilómetros lo que se rompió y fue un mecanismo de falla que fue distinto a los mecanismos de falla que tenemos en El Salvador”, dijo.

La ruptura que causó el movimiento determinó la magnitud de 8.1 y a pesar que la profundidad no fue mucha, el movimiento telúrico fue perceptible en El Salvador porque el epicentro estaba más cerca de Centro América y fue un terremoto de largo período, es decir que las ondas o frecuencias viajan más rápido.

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“La intensidad sísmica se atenúan con la distancia, entre más cerca esté, más lo vas a sentir”, dijo Mixco

En cambio, el último terremoto ocurrido el martes pasado en México, no se sintió porque su epicentro fue más lejos.

Este fue causado por el movimiento de subdución entre la placa de Cocos y la Norteamerica, con una velocidad menor al primero. La acomodación de bloques fue similar al que provocó el sismo del 13 de enero de 2001 en el país, puesto que también fue un movimiento de subducción, la diferencia son las placas porque el movimiento fue entre la placa de Cocos bajo la del Caribe y el movimiento es más rápido.

Además, ambos se dieron casi a la misma profundidad, el del 19 de septiembre en México tuvo 51 kilómetros, mientras que el del 13 de enero de 2001 en El Salvador tuvo una profundidad de 60 kilómetros frente a las costas de Usulután, según informe del Marn.

Afectaciones

“Las ondas superficiales tienen largo periodo, afectan más a los edificios que tienen mayor altura porque los edificios se ven sometidos a ondas de largos periodos y a bajas frecuencias de largos periodos, hace que los componentes estructurales fallen y se colapse toda la estructura”, manifestó Mixco.

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Las ondas y que el epicentro del terremoto estuviera a poca distancia de la ciudad de México fueron las razones por las que colapsaron 38 edificios porque entre más largo sea el periodo, mayor será la afectación en las infraestructuras por ello fue que materialmente hubo más afectación, a pesar que el último terremoto fue 32 veces menor al ocurrido el 7 de septiembre.

 

El Salvador y México

En ambos países, los roces que la placa de Cocos pueda tener con la Norteamericana y del Caribe pueden causar sismos de con magnitudes de 7, 8 o más, pero la diferencia es el ángulo del movimiento que Cocos tiene con cada uno de los bloques con los que interactúa.

Otra particularidad de ambos países es el tipo de terreno, México está cimentado sobre el lago Texcoco, por tanto es un relleno y un suelo arcilloso.

El Salvador, también tiene un terreno susceptible porque todo el territorio está cubierto de fallas, por tanto es inevitable que no hayan movimientos en el terreno.

“Tenemos un alto índice de sismicidad, siempre ha sido así y no nos queda de otra más que estar acostumbrados”, dijo Rodolfo Torres, sismológo del Marn.

Aseguró que hay cuatro tipo de ondas y en el país la diferencia que hay entre las ondas primarias y secundarias es de 1 segundo en tiempo y en distancia es de 7 kilómetros.

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“Nosotros llevamos 388 sismos sentidos, por lo menos tiembla una vez todos los días y esa es nuestra realidad por eso debemos de conocer nuestro entorno”, puntualizó.

Manifestó que según los patrones que se tienen por conocimiento común, en El Salvador cada 20 años hay un terremoto destructivo en el país, pero hasta la fecha no hay ningún mecanismo científico que compruebe este tipo de hipótesis.

Zona de fallas

El Salvador está cubierto por un sistema de fallas que atraviesa el país desde el oriente al occidente, situadas sobre la cordillera volcánica.

En total son 45 fallas, las más notables, las que conforman este sistema. Entre las más destacadas está la falla de San Vicente, cuya longitud es de 20 kilómetros y fue la causante del terremoto del 13 de febrero de 2001.

Falla Apastepeque con 15 kilómetros de largo. Desde 1783 hasta 2001 ha sido la causante de nueve terremotos y de un enjambre sísmico que duró 37 días en 1999.

 

La falla Guaycume tiene 35 kilómetros de longitud y se cree que puede ser la causante de los terremotos que precedieron a la erupción del volcán de San Salvador en 1917, ya que está cerca de donde resultaron los mayores daños y de la zona norte del volcán, lugar donde fue la erupción.

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La longitud de esta falla se extiende desde el occidente de Tacachico hasta el oriente de Tenancingo. Además, tiene una profundidad de entre 12 a 15 kilómetros.

Otra falla es la de San Miguel con 37 kilómetros de longitud.

Torres aseguró que este sistema de fallas son las causas del alto índice de sismicidad en el país y que dado a esta actividad no sería viable un sistema de alerta de temblores, así como la alerta que tiene México, la cual emite una alarma 50 segundos antes del temblor. “Si tuviéramos una sistema de alarmas, aquí sonora a cada rato por cada momento tenemos vibraciones, nos tocaría evacuar los edificios cada vez que suene la alarma y aunque fuera solo un pequeño movimiento”, explicó.

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