Comunidad y familia rinden emotivo último adiós a sacerdote Joaquín Montero

El salesiano falleció a los 91 años. Durante sus últimos años de vida se desempeñó como confesor

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Por Enrique Carranza

2017-06-17 6:41:19

Con una emotiva misa de cuerpo presente, familiares y amigos despidieron el sábado los restos mortales del sacerdote salesiano Joaquín Montero.

El religioso, de origen costarricense, falleció a los 91 años el 15 de junio y fue sepultado ayer en la cripta de la parroquia María Auxiliadora, también conocida como Don Rúa, en San Salvador.

El padre Monterito, como era llamado de cariño en su comunidad, fue recordado por el obispo de Zacatecoluca, Elías Bolaños, como una figura intachable y piadosa.

Monseñor Bolaños también destacó la paz que infundía la presencia y sonrisa del padre Monterito.

“Era justo, sereno, tan lleno de Dios, era un ejemplo de la vida salesiana, un santo en la Tierra. De voz grave, era muy elocuente para predicar.”, expresó monseñor Bolaños.

Durante el sepelio familiares agradecieron a los asistentes todas las muestras de cariño hacia el padre Monterito.

“Agradecemos infinitamente a todos, todo lo que hicieron por mi hermano, y sus atenciones con nosotros, la familia”, sostuvo Libia Montero Umaña, hermana menor del padre Montero.

Libia Montero a la vez recordó la vida antes de que fuera religioso.

“Él fue hermano y padre para nosotros, sus siete hermanos, nuestro papá nos abandonó y él trabajó para ayudarnos, le costó dejarnos para entrar al seminario, lo hizo ya mayor, como a los 22 años”, relató Libia Montero.

También dijo, que por la dedicación a su familia, su hermano no aceptó una beca en la juventud, “desde joven mostró vocación, pero la vida se lo hizo difícil”, concluyó la hermana del religioso.

Su vida
José Joaquín Montero nació el 5 de marzo de 1926 en San José, Costa Rica. Antes de su vida como religioso fue telegrafista. En 1948 ingresó al noviciado en la casa salesiana de San José, Costa Rica.

Llegó por primera vez a El Salvador en 1950. La secundaría la cursó en el municipio de Ayagualo, la Libertad, entre 1950 y 1954.

Hizo su profesión salesiana perpetua en Guatemala en 1959. De 1954 a 1956 realizó estudios de filosofía en San Salvador.

El 23 de mayo de 1963 fue ordenado como sacerdote.

El trabajo del padre Montero se extendió por muchas casas salesianas de Centroamérica y en el año 2000 se incorporó a la parroquia María Auxiliadora como confesor.