Un padre soltero y responsable

Hoy es un sábado muy especial, ya que se celebra el Día del Padre. Este día le presentamos la historia de Edwin, un padre soltero a quien su esposa lo abandonó, dejándolo con la responsabilidad de criar a sus dos hijos.

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Por Jorge Reyes

2017-06-16 8:00:10

Edwin Rodríguez, de 33 años, es un padre soltero desde hace ocho meses, cuando su esposa lo abandonó y los dejó con los dos hijos de 12 y 5 años. Este padre reconoce que, al principio, fue difícil para él adaptarse a la situación de asumir la responsabilidad de criar dos niños y a la vez trabajar en un hotel ubicado en Antiguo Cuscatlán.

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Él cuenta que el domingo, después de ir a la iglesia Tabernáculo Bíblico Amigo de Israel, empieza a prepararles el almuerzo a sus dos hijos; y en el transcurso de la tarde hace limpieza semanal de su casa como trapear, barrer, cambiar ropa de cama y lavar la ropa.

Por la noche plancha los uniformes del colegio de sus hijos y la ropa que ocupará en el trabajo el día siguiente.

Su día comienza las 4:30 a.m. con la preparación del desayuno de sus dos peques; además, prepara el refrigerio de Gabriel, quien estudia parvularia. Los niños entran a la institución educativa a las 6:30 a.m. todos los días.

 

 

Luego de cumplir su primera jornada del día, Edwin aprovecha para ir al gimnasio a la 6:45 de la mañana para liberar estrés laboral y la responsabilidad del hogar. Esto le permite tomar más fuerza en las actividades que realiza en todo el día. Entra a sus labores a las 8 de la mañana.

Rodríguez no solo se ocupa del diario vivir de sus hijos, sino de sus enfermedades, en la imagen le da medicina a su hijo Gabriel quien estaba enfermo de gripe. Foto/Jorge Reyes

Este joven padre cuenta que su progenitor le enseñó a los doce años hacer la limpieza en el hogar, planchar, cocinar. Su papá le decía: “un día vos creces y te vas a casar y quizás podes encontrar una mujer haragana y vos le vas enseñar”.

Ahora, toda esa enseñanza le está sirviendo para sus hijos. Fue una gran bendición para su vida, dijo.

Este padre responsable sostiene que ya se acostumbró al ritmo diario, aunque admite que fueron los dos primeros meses los más difíciles porque, en los primeros días tuvo que entrar a las 6 de la mañana a su trabajo y no pudo ir a dejar a sus hijos al colegio.

Edwin plancha los uniformes de sus hijos y su ropa de trabajo los domingos por la tarde. Foto/Jorge Reyes

Al salir de su casa en el vehículo, sus dos hijos estaban en la puerta y vino el menor, Gabriel, y con lagrimas casi en los ojos y una voz entrecortadas le dijo: “papá, vos no me vas abandonar”. Esas palabras lo destrozaron y se fue llorando para el trabajo, pero al final Dios le dio fortaleza en esta situación.

Edwin contó que juró a sus hijos diciendo: “jamás, nunca, ni si quiera una mujer

Edwin Rodríguez en la oficina de mantenimiento de un hotel ubicado en Antiguo Cuscatlán, donde labora. Foto/Jorge Reyes

va poder robar el amor que tengo para ellos”.

Criar solo a sus hijos le ha pasado factura, aseguró que bajó de peso y tuvo dificultades en el trabajo por estar preocupados por sus hijos: si habían comido, hecho las tareas, sino estaban enfermos.

Mientras llega a su casa los niños son atendidos en la tarde noche por su madre o su hermana, quienes le colaboran haciendo la cena y en las tareas escolares.

 

Cuando Edwin llega de trabajar, tipo de 6:30 pm, lo primero que hace es tomar la agenda de los dos niños y verificar si han hecho las actividades que han dejado en el colegio, si están correctas y revisar los cuadernos.

A las 7:30 pm la familia Rodríguez están cenando porque a las 8 de la noche tiene que estar acostados; aunque antes de ir a dormir los niños y su padre leen el proverbio del día de la Biblia o una lectura bíblica, oran un ratito y los manda a dormir.

Su hijo mayor, Rodrigo, no evita las lágrimas cuando habla de su padre y dijo: “él siempre me ha querido, me amado desde pequeño, ha sido mi mejor amigo desde que era bebé, es mi mejor compañía en mi vida”.

Edwin sabe que no hay marcha atrás y seguirá haciendo y dando todo por sus dos hijos. Este noble hombre, pese a las dificultades que ha pasado al criarlos solo, tampoco guarda rencor hacia su excompañera de vida.

Aseguró que nunca les envenena la mente contra ella porque siempre seguirá siendo su madre.

La unidad y el amor es parte de esta familia. Foto/Jorge Reyes