Médicos buscan prevenir la sordera

De 60 tamizajes auditivos realizados en el mes, el 1.5% de los casos presenta algún tipo de problema auditivo.

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Por Iliana ??vila

2017-05-30 7:20:31

Cristina A., de 20 años, dio a luz a su primer hija a los seis meses y una semana de embarazo; 43 días después del alumbramiento, la bebé pesaba 2.7 libras, aún no alcanza los 4.40 libras que necesita para recibir el alta en el hospital público de San Miguel.

En el hospital San Juan de Dios, los bebés prematuros reciben una serie de evaluaciones y asistencia médica, como parte de los Lineamientos Técnicos de Atención Integral del prematuro, dado en 2013 por el Misterio de Salud.

Entre los lineamientos están el programa de Madre Canguro, evaluación oftalmológica, tamizaje auditivo y seguimiento del prematuro.

El tamizaje auditivo, se implemento en mayo del 2016, bajo la responsabilidad de la doctora Gladis Quintanilla, quien realiza un promedio de 60 pruebas auditivas cada mes en niños de riesgo de padecer o tener algún grado de trastorno auditivo o sordera.

En ese grupo de riesgo están los bebés prematuros que han estado ingresados en la Unidad de Cuidado Intensivo (UCI); que nacieron con Micro cefalia relacionado al virus del zika, alguna mal formación de las orejas, microtias (pequeña oreja) o agenesia (ausencia parcial o completa) de algún conducto auditivo.

De los niños evaluados , el 1.5 % resulta “alterado”; pero eso no significa que tengan un grado de sordera.
Para tener un diagnóstico certero, los infantes son enviados al Centro de Audición y Lenguaje (CALE), en donde son sometidos a un examen especial, que estudia la repuesta del tallo cerebral.

En casos como el bebé de Cristina A., a veces el examen no da resultado definitivos, debido a lo pequeño de sus órganos.

“En estos niños enderezarle el conducto auditivo externo es difícil, y nos siempre salen bien, por eso el examen se repite cuando ya salen de alta, y algunos en ese momento salen bien”, explicó la doctora Quintanilla.

Cristina estuvo presente durante el examen de su hija y mantiene su confianza en que la bebé saldrá bien durante las pruebas futuras, además, destacó el trabajo de detección temprana que realiza el equipo de neonatología del Hospital de San Miguel.

“El seguimiento para descartar sordera es hasta los tres años, se le hace dos pruebas: la primera cuando se le da el alta, y se cita en seis meses para una segunda evaluación. La tercera es en el CALE, pero si en la primera sale alterado de inmediato se le saca cita al paciente” explico Quintanilla.

El aparato utilizado para este tipo de exámenes se llama Otored y permite explorar la función auditiva periférica con una profundidad y detalles para registrar los sonidos generados por la cóclea.

Se coloca en el conducto auditivo un audífono y un micrófono que emiten un sonido y genera una emisión otoacústica o un eco que refleja el sonido y esa es la respuesta que los médicos leen y determinan si el niño puede presentar problemas auditivos.

En 2016, en el hospital público de San Miguel nacieron 1,270 prematuros, de los casi 5 mil partos anuales que atiende ese sanatorio.