El Indio Tikuna, supuesto vidente, muere en accidente de tránsito

Elías Antonio Cortez Gómez se decía "guía espiritual". Tenía sus propios programas en radios locales.

descripción de la imagen

Imagen de referencia 

/ Foto Por Jaime Anaya

Por

2017-03-14 12:40:00

En un accidente de tránsito registrado el pasado lunes murió Elías Antonio Cortez Gómez, de 45 años, conocido como indio Tikuna. 

El el triple accidente ocurrió en el desvío a Santiago Nonualco, en Zacatecoluca, departamento de La Paz. 

El indio Tikuna fue un guía espiritual y “vidente”. Tenía sus propios programas en radios locales. Según las autoridades, su clínica operaba en el mismo departamento.

TE PUEDE INTERESAR: La vidente que predijo la muerte de Juan Gabriel anunció un terrible futuro para Luis Miguel 

El cuerpo quedó atrapado entre los hierros del vehículo en el que se conducía y murió cuando era trasladado a un centro de atención, agregó la PNC. 

En otro hecho, un hombre en estado de ebriedad fue atropellado en las cercanías de la terminal de Oriente.  Datos de la PNC revelan que tras una pelea fue empujado a la calle. A esta hora se desconoce su identidad. 

EN EL 2001 EL INDIO TIKUNA FUE DEMANDADO POR FRAUDE

En el 2001 se ventiló el caso de una acusación por estafa en contra de un santero llamado Indio Tikuna. Según la víctima, el estafador tenía acento extranjero como el de un colombiano. 

Los hechos ocurrieron el 31 de enero de 2001. Guadalupe una mujer de mediana edad no soportó más la migraña que la ha venido atormentando por más de 25 años. Una de sus amigas le aconsejó que visitara al santero llamado Indio Tikuna. Ahí encontraría el alivio a su dolor de cabeza.

Guadalupe aceptó el consejo de su amiga y fue a visitar al médico brujo en compañía de su hija menor. Al llegar al lugar, pagó 100 colones por la consulta, la recibió un hombre mayor vestido con una túnica dorada y coronado con un penacho de plumas. La indumentaria causó gracia a la paciente, aunque no lo demostró.

El peculiar personaje preguntó a Guadalupe la razón de su visita; “le contesté que tenía un dolor de cabeza que no se me quitaba”, cuenta. 
Como primer paso le leyó la mano y después la tomó de la cabeza y le pidió que rezara un Padre Nuestro. Después, Tikuna le cuestionó si tenía cuenta bancaria y cuánto dinero habría en ella.

LEA TAMBIÉN: Estas son las predicciones del “Brujo mayor” para 2017

A Guadalupe le dio mala espina la pregunta, pero no reparó mucho en ella y la respondió. “Le dije que tenía 40 mil colones en el banco”, recuerda. Ella había ahorrado ese dinero por años y lo guardaba para reparar su casa dañada por los terremotos.

El santero le pidió que regresara al siguiente día y que le mostraría el rostro de la persona que le estaba haciendo daño.

Desconfianza
La mujer no terminaba de creer en el brujo, pero regresó al siguiente día con su hija menor y con la certeza de que no sería estafada. “Soy una persona tacaña, lo acepto. Es difícil que a mí me saquen dinero”, asegura.

Pero ese día, pasaría lo que ella creía imposible. El mismo personaje de plumas y túnica la atendió. Para su sorpresa, Tikuna le dijo que se encontraba sana, que no tenía ningún mal. Pero le advirtió que tenía que ver a su hija para asegurarse que el mal no recayera en la menor.

Después de hacer los “análisis de rutina”, el brujo se exaltó y le aseguró que su hija estaba en una situación de vida o muerte. Hasta el día de hoy, Guadalupe no se explica cómo pudo creer en las palabras de aquel brujo.

Tikuna determinó que la mujer les debía entregar 33 mil colones para que realizaran el tratamiento que salvaría la vida de la menor. Pero la entrega del efectivo no se podía demorar, tenía que ser inmediata. 

LEA TAMBIÉN: Video: ¿Película de Cantinflas predijo la construcción del muro de Trump?

La asustada madre tomó por verdaderas las premoniciones del brujo y aceptó entregar sus ahorros con tal de salvar la vida de su hija.

Dinero fácil
El brujo le facilitó un vehículo y un motorista para que la mujer fuera al banco los más rápido posible y así tener el dinero cuanto antes.

En el camino, Guadalupe no pensaba más que en la seguridad de su hija. “Por un momento creí que querían hacerle daño”, recuerda.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por las exigencias del motorista. Él, Tikuna y otro brujo más vieron en la asustada mujer la fuente de una buena cantidad de dinero fácil, por lo que cada quien hacía lo suyo.

“Saque todo el dinero, le prometo que le revelaremos el número de la lotería”, le decía el motorista. Pero solo retiró los 33 mil colones que le habían encomendado.

Al regresar al sanatorio, encontró a su hija hincada rezando el Padre Nuestro. “Le pregunté si le habían hecho algo; pero gracias a Dios ella me dijo que no”, relata.

El Indio Tikuna recibió el dinero y se lo dio al motorista. Después le explicó a Guadalupe que eso era todo, y que para curarse del dolor de cabeza visitara a un médico.

Al regresar a su casa, la mujer se dio cuenta que todo había sido un engaño y que le había entregado casi todo el dinero que utilizaría para reparar su casa a un charlatán. Después de reflexionar por varios días y de superar el temor, decidió demandar al santero. Así, fue citado, al Juzgado Quinto de Paz, el Indio Tikuna, acusado de estafa, en octubre del 2001.

Preocupado por su imagen, intentó persuadir a la mujer para que retirara su demanda. Al fin, la insistencia en el caso de Guadalupe dio sus frutos, cuando el brujo accedió devolver el dinero aun y cuando fue declarado inocente.