Interpol tras estafadores salvadoreños en EE.UU.

Imputados obtuvieron un crédito de 60 mil dólares que no saldaron poniendo a responder la casa de la víctima

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Foto Por EDH

Por Jaime López

2017-02-02 5:40:00

Pese a que Liana Xiomara Campos e Isaías Andrade Lara fueron sobreseídos definitivamente del delito de estafa agravada en 2016, la víctima  Tito Arnoldo Guerrero ha solicitado a la Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia anular dicha decisión.

Asimismo ha gestionado ante Interpol (Policía Internacional) para que mantenga vigente la orden de captura en contra de los  acusados, ya que el proceso continúa. 

Según Guerrero los imputados escaparon supuestamente a Estados Unidos desde abril de 2006 luego de obtener un préstamo bancario de 25 mil dólares, en la que se dio como garantía hipotecaria, su residencia

La víctima, una persona jubilada, relata que los sujetos solo pagaron cuatro cuotas de  436 del crédito hipotecario y luego desaparecieron. Con los intereses y diez años después la deuda inicial ha superado los 60 mil dólares; y la que estaría cancelando en cuotas mes a mes y según sus cálculos terminará en el 2020.


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El compromiso que contrajeron con la víctima era que le pagarían la deuda en seis meses, sin embargo han pasado diez años y los deudores no honraron su obligación.

Guerrero acudió a la Fiscalía y denunció a los esposos Lara Campos quienes fueron procesados en ausencia en el Juzgado Tercero de Paz y Tercero de Instrucción por el delito de estafa agravada.

Además fueron declarados “rebeldes” desde 2006 y se dictaron las órdenes internacionales de captura con difusión roja  ante la Interpol y que aún siguen vigentes.

Tras la orden, los imputados fueron ubicados e identificados en EE.UU., donde según Guerrero, están ilegales.

“Solicito a la Embajada de los Estados Unidos en El Salvador, para que interponga sus buenos oficios, a fin de que su país, no sea utilizado por los delincuentes como refugio para evadir la justicia en sus naciones donde se ha cometido delito”, reza un escritos que ha presentado la víctima a la sede diplomática.

Pero este proceso judicial, según Guerrero ha dado sorpresas como la resolución del 6 de julio de 2016 del Juzgado Tercero de Instrucción que decretó sobreseimiento definitivo a favor de ellos. “Y se declaró ejecutoriada o aplicada, la sentencia, sin habérseme notificado lo resuelto  en mi calidad de víctima”, afirmó Guerrero.

No satisfecho con el resultado del proceso, la víctima acudió a la Cámara de lo Penal para apelar, porque según él habían violado sus derechos y premiado los delitos de los acusados, pues se desarrolló sin su presencia, pese a ser parte del proceso.

En tiempo récord (nueve días en un trámite que suele durar 45 días), asegura Guerrero,  la cámara confirmó el sobreseimiento definitivo. Aún con ese revés, Guerrero  ha recurrido a la Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia para solicitar la anulación de la resolución del Juez Tercero de Instrucción. Paralelamente ha gestionado ante la Embajada de Estados Unidos para que ayude a que Interpol de su país detenga a los acusados  y los deporte al país.


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La propuesta de los estafadores

Tito Guerrero tenía un capital que buscaba invertir, además se proponía vender su casa para mudarse a Costa Rica.

Los presuntos estafadores supieron  y fueron donde él para invitarlo a invertir en proyectos de construcción.

Los sujetos comenzaron con préstamos de $6 mil  y se los pagaban; cuando se ganaron su confianza, le propusieron el gran negocio y fue cuando puso a responder su casa que ahora está hipotecada.

Algunas irregularidades

En la Fiscalía , la investigación inició en un departamento y terminó en otro. Ese cambio significó que durante las diligencias el expediente en perjuicio de Tito Arnoldo Guerrero se perdiera en los archivos de la Fiscalía, según la víctima.

La situación fue aún más compleja que ninguno de los fiscales que tenía asignado el proceso se mostró  parte en el juicio presentando sus credenciales ante el tribunal donde se tramitaba el caso.

Lo curioso de todo, que finalizado los trámites, en la Fiscalía se encontró el expediente perdido.

Guerrero aclara que todo eso sucedió no porque él no se mostrara interesado, sino porque siempre los fiscales rehuían hablar con él cuando los buscaba o los llamaba.

A juicio de la víctima, se valieron de artificios legales para dejar libre a la pareja.