Episodios de confrontación del Gobierno “del diálogo”

No solo los sindicatos han lanzado ataques a la oposición, el Judicial y los medios de comunicación. Aquí algunos episodios de confrontación del gobierno a estos actores:

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Salvador Sánchez Cerén, presidente de la República.

/ Foto Por Capres

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2017-02-03 11:25:00

Ayer en las afueras del Palacio Legislativo un grupo de maestros agremiados Asociación Nacional de Educadores de El Salvador (Andes 21 de junio) repartió unos panfletos donde denunciaban a los “enemigos” de los planes del Ministerio de Educación.

Entre ellos, se señala a los medios de comunicación, a la oposición y a la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).


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Estos sindicatos no son los únicos que han hecho fuertes críticas a los medios, el sector privado, esta Sala de la CSJ y la oposición.

Voceros del partido de gobierno y el mismo presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, han hecho fuertes comentarios a estos actores que han sido críticos a la administración actual.

Contra los empresarios:

Sánchez Cerén inició su administración prometiendo estrechar los lazos que habían sido fuertemente afectados por su antecesor, especialmente con el sector privado.

Sin embargo, días antes del ENADE 2014, en la cumbre del G77+China en Bolivia, el mandatario dijo en su discurso que en El Salvador “nos encontramos con pensamientos enraizados en posiciones conservadoras de una sociedad en que la economía se pone al servicio de la acumulación de pocos y la pobreza y la desigualdad de miles de personas”.

Además, el presidente calificó al expresidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) como un “terrorista mediático” por su férrea oposición a la reforma de pensiones.

El 1 de mayo de 2016, ante la base de su partido, el presidente le dijo a los empresarios que “este Gobierno les exige que cambien su mentalidad, El Salvador ya no es una finca donde los empresarios y los grandes dueños se puedan pasear”.

Asimismo, el mandatario declinó la invitación del sector privado de participar en Enade 2016, alegando que el empresariado tenía posturas “confrontativas y excluyentes”.

Oposición:

Pese a los constantes llamados al diálogo político, el gobierno actual ha tenido algunos momentos tensos con el partido ARENA.

Uno de los episodios más llamativos se dio el 1 de mayo de 2016 cuando el mandatario se dirigía a las bases sindicales en el marco del Día del Trabajador. Ahí, se refirió a la derecha como “golpista”, “irrespetuosa de los procesos electorales” y acusó a ARENA de entorpecer el financiamiento de diferentes planes gubernamentales.

Sala de lo Constitucional:

Esta Sala del Órgano Judicial ha sido blanco de múltiples ataques por sus sentencias que han detenido actos políticos y administrativos del gobierno y de la Asamblea Legislativa.

Entre los más airados comentarios del mandatario a esta Sala fue cuando les dijo que responden a “intereses oscuros en la sociedad” el 1 de mayo de 2015, y que pretenden estar “encima de la Constitución y de la voluntad del pueblo salvadoreño”. El 13 de junio de 2015 les dijo que “no piensan en el país” y el 10 de octubre de ese mismo año, que están protagonizando una “destrucción” de El Salvador.

Sociedad civil:

El presidente también ha acusado a organizaciones de la sociedad civil como Fusades, que en su momento se ha opuesto al alto endeudamiento público. Sánchez Cerén llegó a afirmar que en ese tanque de pensamiento “se dan como iluminados” pero “no entienden las necesidades del país” (24 de octubre de 2015).

Contra los medios:

En abril de 2015, ante una escalada de criminalidad que tenía al país con 18 homicidios, Sánchez Cerén afirmó que percibía “en algunos medios de comunicación una campaña de intimidación sobre el tema de violencia” en claro rechazo a la cobertura informativa de la violencia.

En julio de ese año afirmó que “los poderosos quieren que este país quede mal” y que “por eso los medios de comunicación se prestan a generar esa desesperanza”. El mandatario ha insistido en que la violencia era producto de la “percepción” que hacían los medios.

El 2 de marzo de 2016, hubo un llamativo exabrupto de Sánchez Cerén, cuando la entonces periodista de TCS, Paola Alemán, le cuestionó al ministro de la Defensa, David Munguía Payés, si funcionarios de los centros penales tenían suficiente autoridad para conceder fiestas a reclusos durante la “tregua” entre pandillas que apoyó el gobierno de Mauricio Funes.

Antes que Munguía Payés pudiera contestar, Sánchez Cerén interrumpió y emplazó a la periodista, afirmando que su pregunta equivalía a “ahondar en un tema que tiene más que todo un propósito partidista”. En su intervención, el gobernante le pidió a los medios tener más ética. Esta respuesta fue condenada por asociaciones de periodistas y gran parte de la sociedad civil.

El 1 de mayo de 2016 volvió a cargar contra la derecha y se llevó de encuentro a los medios, al decir que en el intento por desestabilizar al Gobierno por medio de “procedimientos más sutiles y engañosos” como los medios de comunicación, y que estos “engañan, mienten, no tienen ética y se ponen al servicio de esos sectores”.

“No podemos dejarnos imponer el criterio de los medios de comunicación”, afirmó.