La locutora Pamela Martínez Posada y 26 personas más vinculadas al Cártel de Sinaloa fueron enviadas a prisión provisional por el Juzgado de Paz del Puerto de La Libertad, informó la Fiscalía General de la República (FGR) por delitos relacionados al tráfico de drogas.
El papá de la locutora, Ricardo Alberto Martínez Mejía, fue sometido a un proceso abreviado, en el que fue condenado a tres años de trabajo de utilidad pública. La FGR dijo que el día de su captura le decomisaron un arma de fuego.
Durante la audiencia desarrollada en los Juzgados del Puerto La Libertad, decenas de familiares de los imputados llegaron a manifestarse con carteles para pedir la liberación de algunos de los involucrados.
La Fiscalía indicó que esta estructura trabajaba con colaboradores que se hacían pasar por lancheros que simulaban actividades de pesca, pero en realidad su tarea era trasladar paquetes de cocaína a Guatemala, por los que son acusados de delitos relacionados al trasiego de drogas.
Otra de las funciones que realizaban era la vigilancia en la zona costera durante los pasos de lanchas, verificando y alertando sobre la presencia de autoridades.
La Policía Nacional Civil detalló, el día de la presentación de los ahora reos, que la red proporcionaba alimentos, gasolina, reparación de lanchas y todo lo que fuera necesario para mantener la logística de los desplazamientos de lanchas rápidas procedentes del sur de la región y que iban en ruta a Guatemala, donde había otros grupos esperando los paquetes de droga para su descargo y posterior distribución.
Las investigaciones determinaron que por medio de empresas “fantasmas” que ofrecían productos de belleza, Pamela apoyaba con la logística de la distribución de la droga desde El Salvador a Guatemala.
La locutora de la radio La Urbana era encargada de alquilar ranchos en playas guatemaltecas para que otros vinculados al proceso realizaran desembarcos de coca.
Entre los detenidos está José Rosendo Portillo Jiménez, quien ha sido arrestado tres veces por ser presunto traficante; en la primera ocasión lo arrestaron en enero 2016 con 50 kilos de cocaína, pero quedó libre, y en mayo de 2016 volvió a caer con 350 kilos de cocaína. Quedó libre al no haber suficientes pruebas en su contra.