Conozca si la tilapia puede perjudicar al río Grande de San Lorenzo

El río fue afectado por el derrame de melaza ocurrido en mayo pasado. Muchos de los peces nativos murieron.  Las autoridades y población buscan incrementar la población de peces. Pero especialistas les advierten que no metan tilapias al río.

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Foto Por Cristian Díaz

Por Texto y fotos: Cristian Díaz / comunidades@eldiariodehoy.com

2016-12-18 4:29:00

Un estudio que realizó el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMARES), de la Universidad de El Salvador, recomendó a la alcaldía de San Lorenzo, en Ahuachapán no autorizar la introducción al río Grande de especies exóticas, como tilapia,  “por las consecuencias negativas que causa a las poblaciones de peces nativos, como ha sucedido y documentado en otras regiones”.

Dicho afluente fue uno de los afectados por el derrame de melaza en el ingenio La Magdalena, en Chalchuapa, ocurrido en mayo pasado.


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Desde entonces, la cantidad de peces disminuyó al punto que, de acuerdo a los mismos lugareños,  que se ha estancado la pesca.

El alcalde, Walter Ortiz, expresó que una entidad ya les había ofrecido 100 mil alevines de tilapia que pensaban depositar al río Grande.

Sin embargo, detuvieron la acción porque a mediados de noviembre recibieron el estudio, que fue realizado entre mayo y agosto.

El estudio, denominado evaluación ecológica rápida de la comunidad de peces del río San Lorenzo, Ahuachapán, El Salvador (Informe Preliminar), señala que al introducir tilapia en el río irá a competir por áreas de refugio, alimentación y reproducción de especies nativas de mojarras. Además que se corre el riesgo que en el corto tiempo, las especies nativas disminuyan o desaparezcan del lugar.

El estudio ejemplifica que “en 1964 se sembraron 800 ejemplares (de tilapias) en la Laguna de Los Patos, en el oriente  de Venezuela, donde se produjo una reducción del número de especies de peces de 23 a 10 en apenas 12 años; pérdida atribuida en gran medida, al ataque agresivo del que eran objeto larvas y juveniles de las especies locales por la población de tilapias que se había establecido en ese ecosistema”.

En el municipio se maneja, popularmente, que la tilapia se come otras especies para subsistir  y por ello la prohibición en el afluente. 

Pero esa idea popular, no es cierta,  ha expuesto el Centro de Desarrollo de la Pesca y Acuicultura (Cendepesca)  y el biólogo particular, Enrique Barraza. 

El riesgo real es el desbalance con las especies nativas que provoca.

Pero Salvador Sandoval, quien junto a su esposa tienen un negocio a la orilla del río Grande, de San Lorenzo, expresó que actualmente no hay peces  por lo que consideró que lo mejor es “sembrar” alevines de tilapia para repoblar el afluente y recuperar el rubro de turismo.

“Como no hay peces, sería mejor echar. Peces no hay ahorita en el río, las personas no están viniendo a pescar”, dijo Sandoval, quien tiene el negocio desde hace 20 años.  

Agregó a partir de mayo bajó considerablemente el turismo. Antes de esa fecha llegaban hasta 500 personas cada fin de semana; pero desde entonces, apenas son unas cien.

Wilfredo Salinas, de la unidad de medio ambiente de la alcaldía, expresó que durante el estudio fueron encontradas 17 especies de peces; pero que lo esperado era 36 especies.

Señaló que el déficit es una de las consecuencias del derrame de la melaza ya que dejó sin oxígeno al agua.

Sin embargo, otra parte del estudio ubican al río en una categoría de regular-pobre. 

Lo que significa que hay un ecosistema perturbado a consecuencia de mal manejo de su cuenca donde se realizan prácticas agrícolas, deforestación de la vegetación ribereña, riego y abrevadero de ganado.

Entre las medidas que la alcaldía pretende implementar para recuperar las especies está una veda para que los peces que aún quedan, puedan reproducirse.

Además, la de organizarse con pescadores para llevar peces desde el río San Antonio, que está a unos tres kilómetros del río Grande, para su repoblación. No hay fecha para su implementación.

El biólogo Barraza dijo que coincide con la recomendación de ICMARES ya que la tilapia es una especie exótica y que si se siembra en grandes números puede crear una desbalance con las especies nativas.

“Posteriormente sólo habrían tilapias. Las mojarras, los tepemechines y otras especies nativas podrían experimentar alguna alteración  de poblaciones. Además existe el riesgo de que podrían llevar  enfermedades de la zona donde han sido criadas a esa zona natural y afectar las especies”, dijo el biólogo.