Si se divide los cinco años de cárcel a que ayer fue condenado Juan F., entre las 11 víctimas de homicidio en el caso conocido como la masacre de Opico, entonces, resulta que el condenado solo tendrá que pagar 165 días de prisión por cada víctima.
Pero si observa buen comportamiento, es posible que esa pena le sea reducida a aproximadamente tres años de internamiento.
Otoniel, el otro menor declarado culpable de haber participado en la masacre, deberá pasar un poco más de tiempo en la cárcel.
A éste le impusieron la máxima condena que en El Salvador puede recibir un menor infractor: 15 años de internamiento; es decir, pasará 497 días preso por cada uno de los 11 hombres que asesinó.
Ambos pertenecen a la pandilla 18 de la facción Revolucionaria, la cual mantiene presencia en el sector poniente del municipio de Quezaltepeque, colindante con San Juan Opico.
Primeros condenados
Ayer, la Fiscalía General de la República informó que el Juzgado Segundo de Menores, de Santa Tecla, había condenado a Juan y a Otoniel, dos menores de edad, por su participación en la masacre de 11 personas, 10 de las cuales trabajaban, subcontratados, por una empresa distribuidora de energía eléctrica.
La matanza fue cometida a media mañana del pasado 3 de marzo, en el caserío El Flor, cantón Agua Escondida, municipio de San Juan Opico, en el departamento de La Libertad.
Junto a los 10 trabajadores que hacían hoyos para instalar postes para un tendido de cables de electricidad, también fue asesinado un lugareño que pastoreaba ganado ajeno, propiedad de una finca en la que trabajaba.
Las víctimas de esa matanza fueron Carlos López Rafael, Erick Salvador Moisés Durán, Nicolás Ascencio, José Alonso Menjívar Hernández, Marvin Durán Santos, Juan Carlos Espinoza Beltrán, Francisco Javier Ábrego, Gerson Carlitos Carías Murcia, Jorge Alberto Colorado Cabrera, Jonathan Gabriel Castellanos Rivas, y Miguel Ángel Hernández.
Adultos esperan juicio
Por ese mismo caso, las autoridades han capturado a 10 adultos miembros de esa misma pandilla cuyo proceso judicial aún está en desarrollo.
De acuerdo con las investigaciones, los pandilleros ejecutaron a los 11 trabajadores con la intención de que sus rivales de la mara Salvatrucha fueran culpados por ese hecho, pues en el lugar del múltiple crimen había presencia de esa otra agrupación terrorista.
En un principio, las autoridades policiales así lo creyeron e hicieron una redada en la que capturaron a más de 80 miembros de la MS.
Sin embargo, tal como lo informó El Diario de Hoy, las autoridades lograron hilvanar la investigación sobre la masacre porque el 14 de abril de este año, la Policía decomisó un celular en el cual encontraron un vídeo donde los pandilleros aparecían ejecutando a los 11 trabajadores.
El vídeo mostraba cuando los pandilleros asestaban un machetazo en la nuca de uno de los trabajadores, José Alonso Menjívar Hernández, a quien se le oye exhalar un quejido que se ahoga en la garganta, mientras los verdugos parecen celebrar su crimen.