María Antonieta Josa de Parada sabe que al Consejo Nacional de la Judicatura (CNJ) se le avecina un tema muy delicado como es el enviar las ternas con los mejores perfiles de abogados que aspirarán a sustituir a cuatro de los actuales magistrados de la Sala de lo Constitucional, que concluyen su periodo en 2018.
Se trata de los magistrados Sidney Blanco, Rodolfo González, Florentín Meléndez y Belarmino Jaime.
La recién nombrada presidenta del CNJ está consciente de esa responsabilidad que tienen los siete miembros del Consejo, especialmente, porque deben garantizar la independencia de los futuros magistrados, tal y como lo han demostrado los actuales miembros de la Sala de lo Constitucional.
“Realmente es una tarea bien difícil, va a ser una labor titánica porque esta Sala de lo Constitucional ha logrado marcar una diferencia y es un referente a nivel iberoamericano”, manifestó Josa de Parada, en entrevista a EDH.
Lo anterior lo dice la nueva funcionaria del CNJ por las sentencias y resoluciones que la actual Sala ha emitido y que le han traído muchas in conformidades y hasta ataques por parte de funcionarios del gobierno de Salvador Sánchez Cerén y de dirigentes del partido FMLN y sus grupos afínes.
“Sí. Algunas decisiones las he compartido y otras que yo digo, aquí se les pasó un poquito. Está la separación de funciones entre el Órgano Legislativo y el Órgano Judicial. Hay un limbo muy sutil, porque la Sala puede recomendar la manera de como se va a legislar, pero no puede decirle lo que y en qué términos específicos va tener que legislar”, consideró Josa.
Pero pese a que no ha compartido algunas resoluciones de la Sala, Josa de Parada valora muy positivamente el trabajo desarrollado por los magistrados, pues según dijo, inclusive con sus fallos “ha marcado la reinvindicación de muchos derechos”, de ciudadanos.
Ella aboga por que en el país exista una libertad de expresión y de movilización, pero está en desacuerdo y le preocupa que esa libertad lleve a desbordamiento de la violencia en contra de los magistrados de la Sala, como lo han hecho grupos ligados al FMLN, que están ejecutando acciones de calle contar los magistrados.
“Ellos (los magistrados) han estado en riesgo desde sus primeras decisiones. Aveces las personas se apasionan y pueden la mesura y pueden volverse violentas, ahí puede haber personas que puedan cometer hasta algún tipo de delito. Esto si puede ser grave para ellos o para cualquier otro funcionario. No estoy de acuerdo con que hayan ataques de obstaculización a que ellos puedan desarrollar sus labores cotidianas, esas son situaciones extremas”, dijo Josa.
Puso como ejemplo la denuncia del magistrado Florentín Meléndez de que una turba le impidió el paso en agosto cuando iba a una actividad de capacitación en Chalatenango.