En Centroamérica, solo los diputados de Costa Rica ganan más que los diputados de El Salvador.
Según el sitio web de Transparencia, un diputado propietario en la Asamblea Legislativa gana 4,025.72 dólares, incluyendo 800 dólares en gastos de representación y 914.29 dólares en Gastos de Transporte y Comunicación.
Lorena Peña, presidenta de la Asamblea Legislativa ostenta un salario de 5,781.72 dólares. Incluidos 1,657.14 de Gastos de Representación y 914.29 dólares en Gastos de Transporte y Comunicación.
Mientras que Guillermo Gallegos, vicepresidente de la Asamblea, recibe un salario de 5,225.15 dólares.
Ver tabla de comparación de salarios de legisladores centroamericanos.
En el caso de Guatemala, el periódico Prensa Libre reveló que un diputado podría llegar a ganar más que un profesional en cualquier otra rama. El Congreso guatemalteco está compuesto por 158 diputados.
En ese país, un diputado gana en promedio 24,150 quetzales, (3,157.72 dólares). Esto incluye: sueldo base, gastos por dietas y gastos de representación.
Mientras que en Honduras, el congresista del Partido Libertad y Refundación (Libre), Jorge Luis Cálix, en una entrevista a Radio House reveló que un diputado hondureño percibe un salario aproximado de 39,000 lempiras (1,638.89 dólares).
El Congreso hondureño posee 128 diputados para una población que supera los 8.6 millones de habitantes.
A Nicaragua, un diputado le cuesta 3,221.60 dólares cada mes, según información publicada por la Revista Summa.
La Asamblea Nacional de Nicaragua está compuesta por 92 diputados electos para un periodo de 5 años.
En Costa Rica un diputado gana 3,776.000 colones costarricenses (6,851.38 dólares), salario que incluye remuneración por dietas y gastos de representación, según el Diario Extra. El Congreso tiene 57 diputados.
El actual panorama político en El Salvador ha desencadenado discordias a raíz del fallo de la Sala de lo Constitucional, que dicta eliminar de las planillas legislativas a diputados suplentes. La población se cuestiona el papel que desempeña un diputado propietario, quien al parecer le resulta imposible realizar sus funciones sin el apoyo de este, pese al salario que percibe.
En los países de la región centroamericana las asambleas legislativas cuentan con diputados suplentes.