El manglar en Bola de Monte está al borde de la muerte

Más de seis manzanas de manglar se han secado en Bola de Monte. Los habitantes de la zona temen que el daño continúe: El manglar es afectado por represas que limitan la llegada del agua dulce y por la obstrucción de la bocana. 

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El fenómeno de mar de fondo que afectó la costa salvadoreña el 2 de mayo de 2015, sigue teniendo sus consecuencias en el manglar El Botoncillo, ubicado en el caserío Bola de Monte, de San Francisco Menéndez, Ahuachapán. Este hermoso bosque de mangle está agonizando debido al estancamiento del agua salada.

/ Foto Por elsalv

Por Xenia González Oliva

2016-04-02 7:00:00

El manglar de El Botoncillo agoniza. Las personas que lo han conocido durante toda su vida ven esa agonía en las seis manzanas de manglar que se han secado; en el color verdoso y turbio que ha adoptado el agua del manglar y lo sienten en la hedentina que tiende a despedir cuando el calor aumenta. 

Ubicado en el caserío Bola de Monte, de San Francisco Menéndez, Ahuachapán, el manglar de El Botoncillo solía ser un punto lleno de vida. Ahí los niños, que viven en sus alrededores, aprendieron a “picar”, o usar una barca, a pescar y atrapar cangrejos cuando la pesca en el mar no daba lo suficiente. Pero actualmente, la biodiversidad en el sector es igual de mustia al del estado de los mangles secos. 

Rigoberto Monge, habitante de la zona y vicepresidente de la Asociación Istaten, recuerda cómo hace poco más un año la comunidad había logrado avanzar en la protección del manglar e incluso habían comenzado a sembrar más árboles. Pero todo ha comenzado a secarse. 

El fuerte oleaje provocado por el mar de fondo que afectó al país el 2 de mayo del año pasado afectó de diversas formas a la comunidad. Casas fueron destruidas y se tapó la bocana, quedando retenida el agua en una parte del manglar. “Hasta ahora lo único que no hemos podido recuperar son los manglares, se nos han secado aproximadamente unas seis manzanas de manglar. El agua retenida calentó y los manglares comenzaron a perderse”, cuenta Monge. 

 

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Aunque en 2015 ingresó una máquina para excavar la arena, poco a poco se ha vuelto a tapar la bocana y el daño ha continuado.
Monge lamenta que después de haber estado protegiendo el manglar han tenido que ver cómo ha comenzado a morir mientras que algunas personas han aprovechado para cortar la leña seca. 

“Se ha hecho el esfuerzo con la gente de la comunidad para destapar y sacar lo contaminado que se había quedado estancado. Se abrieron unos canales para que entrase agua y saliera y se limpiara lo contaminado”. 

Pero el esfuerzo no ha sido suficiente para lograr recuperar el manglar. Para Monge y sus compañeros esto se debe que, además del daño dejado por el mar de fondo, no está llegando el agua dulce suficiente. 

“La mortandad del manglar se ve más intensa y da tristeza ver que hasta han talado”, observa un experto en ecología consultado. 

Para mantenerse saludable el manglar necesita una combinación de agua salada y agua dulce, pero el cauce de los ríos que alimentan el manglar han sido reducidos y limitados por personas particulares que han instalado represas y extraen el agua para usos agrícolas. 

“El problema de la sedimentación es también porque el agua no baja de los ríos. Efectivamente aguas arriba se está usando el agua para riegos”, concuerda Silvia Larios, directora de Ecosistemas y Vida Silvestre del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN). 

Una de las represas artesanales que los habitantes han logrado identificar se encuentra en la microcuenca del río El Aguacate, un afluente del río Paz.  El paso del agua del río ha sido reducida tras la colocación de costales y varas de madera amarradas. Además han sido instaladas dos bombas mecánicas para extraer el agua.  “Se aprovecharon agarrando toda el agua de la microcuenca dejando en seco el sector de la zona baja”, declara Manuel Trigueros, secretario de Istaten. 

Trigueros asegura que ellos no están en contra del uso del agua del río para actividades agrícolas, pero se debe garantizar que su extracción no esté provocando daños. Miembros de la asociación, acompañados de otras organizaciones comunitarias, denunciaron el bloqueo de la microcuenca ante el Juzgado Ambiental y la Fiscalía Ambiental. 

El juez ambiental, Samuel Lizama, confirma que recibió la petición y decidió tomar la información como un aviso para iniciar una investigación del caso. 
 “Venimos con el fiscal ambiental y dio la orden de que una de las represas más grandes fuera destruida para poder liberar el agua, pero de nuevo está bloqueado”, señala Trigueros. 

Larios asegura que el MARN también ha visitado la zona junto con personal de la dirección de riego del Ministerio de Agricultura y Ganadería, para identificar cuáles de los regantes tienen permisos y cuáles no.  Larios sostiene que la alcaldía de San Francisco Menéndez cobra por algunos de los permisos, pero no estaría supervisando adecuadamente. 

“Ya estamos con una mesa con la participación de la alcaldía para que también regule y ordene”, indica Larios, quien también señala que aunque un día los regantes quiten las bombas o las represas al día siguiente las vuelven a colocar. Añade que podrían comenzar a retirar permisos o proceder con procesos sancionatorios. Hasta la fecha el MARN ha logrado identificar nueve puntos de extracción de agua a lo largo de los ríos de la zona, pero Larios apunta que puede haber más.

“Nosotros nunca hemos dado permiso para una represa, nunca hemos dado permisos para hacer ningún tipo de riegos. Quien emite los permisos es el Ministerio de Medio Ambiente”, asegura el alcalde de San Francisco Menéndez, Narciso Ramírez.  Sostiene que la alcaldía ha estado pendiente de la situación en la comunidad y que hay organizaciones que están buscando desprestigiar al gobierno local. 

Larios manifiesta que sostendrán reuniones con las personas y empresas que han instalado las represas, ya que para intentar recuperar el manglar necesitan que baje el agua dulce. 

“Si no se toman las medidas de restauración apropiadas puede continuar la mortandad del manglar”, advierte el especialista consultado.