Gerson Murcia era primo paterno de Erick Durán, otro de los trabajadores asesinados el jueves. También era el segundo, de una familia de nueve hijos.
Gerson y su primo, tenían seis días de trabajar en la empresa de electricidad, antes de ser ejecutados en un hecho que ha causado tanta consternación en el país. Ambos se llevaban muy bien, describieron los parientes.
Gerson ya tenía planeado para qué ocuparía la primera quincena de pago. Se lo había contado a su compañera de vida, compraría 50 ladrillos para levantar un muro, en la casa de lámina que había construido en el terreno de su madre.
Eso no fue posible. El jueves por la mañana su familia recibió la llamada de otro de los hermanos, quien también trabaja en la misma compañía, en la que laboraba Gerson.
No era cualquier llamada. A su jefe le había llegado la noticia de que en una zona rural de San Juan Opico, habían asesinado a varios hombres.
“Ellos son muchachos que no andaban manchados, no andaban haciendo cosas de maras”, aseguró la madre de la víctima, quien destacó que desde que él estaba pequeño lo había acostumbrado a trabajar la tierra, ya que en la zona cultivan maíz, frijoles, pepinos y jícamas. Así que cuando Gerson no tenía empleo, se dedicaba a cultivar o iba a traer leña a zonas aledañas, para luego venderla.
Un día antes de su muerte, la madre no conversó con su hijo, ya que cuando éste volvió del trabajo, estaba tan agotado, que solo cenó y se durmió.
Ella, al igual que la pareja de vida de Gerson, esperan que las autoridades hagan justicia. Hasta el momento no les han notificado nada respecto a las investigaciones: “Vienen a correr cuando ya todo ha pasado”, se quejó la madre. “¿Por qué la gente buena tiene que desaparecerse”, agregó con tristeza, la pareja de Gerson.