La saliente embajadora de los Estados Unidos, Mari Carmen Aponte, ha vuelto a tener el tino que siempre la caracterizó durante su gestión diplomática en El Salvador: ha dicho las verdades que cualquier salvadoreño quisiera decirle a los diputados de la Asamblea Legislativa y a las autoridades en general. En palabras resumidas, se puede calificar su discurso como un resumido “basta ya”, ese “basta ya” que los salvadoreños aspiran a gritar, cansados de la confrontación y de la violencia. Aponte se ha encargado de sacudir con mucho respeto esa atmósfera con un llamado a la responsabilidad, a la reconciliación, a la paz y a la esperanza. Nos hemos tomado la libertad de resumir y clasificar a continuación sus frases más representativas al respecto:
A los diputados:
“A ustedes se les ha otorgado la extraordinaria oportunidad de escribir el destino de El Salvador. No la desperdicien.”
“Ha llegado la hora de que el único color que importe en este salón sea el azul y blanco de la bandera salvadoreña.”
Al Gobierno
“Es hora de encontrar una visión compartida y de superar los desacuerdos que los separan. La realidad se impone.”
“Todos sabemos lo que los salvadoreños quieren: seguridad para sus familias, oportunidades económicas.”
Al Gobierno y a los diputados:
Este país debe funcionar para satisfacer las necesidades de su pueblo. Y para eso, ustedes tienen que trabajar juntos, no en contra.
“Hay suficientes denominadores comunes para reunirles de nuevo, aún en las situaciones difíciles.”
Al pueblo salvadoreño
“Estados Unidos y El Salvador han tenido una relación bilateral fuerte”
“No hay nada más apropiado que darle un abrazo boricua al pueblo salvadoreño! Muchísimas gracias!”