Madre de niña asesinada: ???No me dejaron celebrarle sus 15 años”

Una ráfaga de disparos acabó con la vida de una niña de 14 años. El ataque no era contra ella sino contra un hombre que también llegó a la tienda donde la menor estaba comprando. Sucedió la noche del martes en Altavista.

descripción de la imagen

La familia de Katherin se mudó de Altavista después del asesinato.

/ Foto Por Foto por ??scar Iraheta

Por Jorge Beltrán Luna

2016-02-10 5:37:00

Katherine Roxana Motto Cañas celebraría sus 15 años el próximo 20 de abril. Ya tenía el vestido y los zapatos que luciría en la celebración. Pero no pudo ser así. Un asesino cambió la alegría por el luto y la niña tuvo que usar su vestido rosa como mortaja.

Katherine fue asesinada el martes a las 7:10 de la noche sobre la avenida Veracruz y calle C, en la última etapa de la residencial Altavista, municipio de San Martín.

De una ráfaga de seis disparos hechos contra un supuesto pandillero, dos balas le cayeron a la niña en la espalda. Murió minutos después en el hospital de San Bartolo, según dijeron sus familiares.

La niña no tenía ningún vínculo con grupos delincuenciales que operan en la zona donde fue asesinada. Eso lo dijeron policías encargados de patrullar el sector y lo dijeron también vecinos y familiares.

Katherine estudiaba noveno grado en un colegio privado, a pocas cuadras de su casa. El año pasado obtuvo el segundo lugar en rendimiento académico, indicó su madre.

Una víctima inocente

“Mi hija estaba en el lugar equivocado. Ella era una niña sana”, dijo el miércoles, anegada en llanto, la madre de la menor.

De acuerdo con Roxana, madre de la niña asesinada, su hija salió a comprar a una tienda que está a unos 15 metros de su casa. 

“Fue a comprar pan para cenar y otras cosas. Ya había salido pero se regresó para anotar lo que debía comprar. De repente escuché la balacera y se me vino a la mente que mi niña andaba fuera. Cuando salí, la encontré boca abajo”, narró la madre.

“No me dejaron celebrarle sus 15 años. Le quitaron todos los sueños que ella tenía para ese día”,  reprochaba la mujer a los asesinos de su hija.

De acuerdo con fuentes policiales de la delegación de Soyapango,  la muerte de la niña fue circunstancial, pues el ataque iba dirigido a Dagoberto Antonio Trujillo Gómez, un joven de 20 años quien trabajaba en el lugar atendiendo un negocio de máquinas de juego, conocidas como tragaperras.

Este hombre resultó herido pero no murió, según indicaron las fuentes policiales. 

La niña estaba esperando que le entregaran los artículos que había comprado. En ese momento Portillo Gómez llegó a la tienda. En cuestión de segundos, llegó también un vehículo desde el cual le dispararon al hombre.

Le duele su impotencia; le indigna la incapacidad contra la delincuencia

En la cabeza de Roxana resuenan las últimas palabras de su hija; su primogénita.

“Ella quería que yo la ayudara y no pude. No la pude ayudar. Llevaba dos disparos en la espalda mi bebé”, repetía la mamá de Katherine.

De acuerdo con Roxana, su hija estaba conversando con una señora, mientras recibía las compras. De repente sonaron los balazos.

Ya con los dos balazos, la niña logró correr hacia su vivienda, pero a pocos metros cayó.  

La mujer tomó a su hija en brazos y no pudo más que llevarla al hospital nacional de San Bartolo, donde murió minutos después.

Roxana no pudo hacer nada por su hija

Eso le duele. Y le duele más saber que desde hace algún tiempo ella ya no quería vivir en Altavista, pero no podían mudarse de la casa donde llevan casi una década viviendo. 

En medio de su dolor, Roxana también cuestionó por qué nadie hace nada para parar la violencia que se está llevando no sólo a personas involucradas en hechos delictivos, sino también a gente inocente, que nada tiene que pagar porque nada malo ha hecho.

“Nadie hace nada.  Nadie hace nada. Si yo pudiera  cambiar todo esto, yo lo cambiaría,  porque tanta gente que está sufriendo. Pagamos personas que no tenemos nada que ver con tantas personas malas”, repetía la madre entre sollozos. Katherine será sepultada el jueves en un cementerio privado de Ilopango, según sus padres.

De acuerdo con fuentes policiales de Soyapango, la zona donde ocurrió el ataque tras el cual Katherine resultó muerta, es bastante conflictiva.

Según la Policía, en toda la residencial Altavista hay presencia de la Pandilla 18 de la facción Sureña, pero la proximidad a lugares con presencia de la mara Salvatrucha hace que constantemente hayan ataques como el del martes.

El lunes anterior, las autoridades policiales hicieron un despliegue policial en ocho sectores con alta presencia de grupos de pandillas, como una manera de ayudar a la delegación de Soyapango, a lidiar con los elevados índices de delincuencia y de inseguridad en los municipios de Soyapango, Ilopango y San Martín.