El expresidente del Centro de Estudios Políticos “Dr. José Antonio Rodríguez Porth”,de ARENA, Gerardo Balzaretti Kriete, rindió declaraciones en su condición de testigo sobre la apertura de una cuenta bancaria, a la que supuestamente fueron girados los fondos provenientes del gobierno de China-Taiwán durante el mandato de Francisco Flores.
Balzaretti Kriete fue interrogado desde la 1 de la tarde por fiscales de la Unidad de Delitos Financieros, que tienen bajo su cargo la investigación del caso.
La declaración del dirigente se extendió por más de tres horas en la sede central de la Fiscalía. Según su apoderado legal, Francisco Bertrand Galindo, esto es parte del cumplimiento del mandato del juez Séptimo de Instrucción de llamar a todas las personas que participaron en apertura de cuentas, depósitos bancarios y transferencias de los fondos de China-Taiwán.
En el caso de Balzaretti, su función fue abrir la cuenta en la que supuestamente fueron depositados los fondos, sin que ello represente un hecho ilegal de su parte, manifestó Galindo.
Balzaretti es “parte de la investigación que había anunciado el Fiscal General a solicitud del juez que llevó la causa al finalizar la etapa de Instrucción en el caso de Francisco Flores”.
“Estamos colaborando en lo que la Fiscalía necesita y esperamos que esto termine bien”, subrayó.
Galindo descartó que la declaración de Balzaretti aporte nuevos hechos en la investigación porque la mayoría de la información ya está en poder de la Fiscalía.
Agregó que el Ministerio Público continuará con el proceso de entrevistas de otras personas que el juez sugirió; entre ellas quienes habían recibido los fondos, quienes habían depositado y quienes habían administrado, así como los beneficiarios finales.
Galindo manifestó que Balzaretti no podría verse involucrado porque nunca tuvo conocimiento de qué tipo de fondos se hablaba ni cuál era el origen de los mismos cuando inició la cuenta durante su gestión.
“Falta determinar en el juicio si la donación de China-Taiwán fueron fondos públicos o si se trataba de fondos que venían para una campaña de un partido político. Si fuera este último, no nos encontraríamos frente a un delito sino a un mecanismo de financiamiento que en esa época no era nada ilegal”.
Galindo reiteró que su cliente abrió la cuenta pero no realizó ningún depósito. “Abrir una cuenta no es ningún delito y si a eso se le suma que no hubo mala intención, no tiene ningún compromiso con la justicia”.