Carlos Antonio Hernández Cruz, de 17 años, y Daniel López, de 16, viajaban a diario desde San Francisco Chinameca, en La Paz, hacia el vecino municipio de San Miguel Tepezontes, donde cursaban primer año de bachillerato.
Los adolescentes se conocieron al inicio del año escolar; como habitaban en la misma localidad (aunque en cantones diferentes) abordaban el bus para recorrer los 12 kilómetros que separan sus casas del Instituto Nacional.
El miércoles pasado, ambos desaparecieron al mediodía, cuando salieron del centro educativo para ir a comprar el almuerzo.
Según sus familiares, los estudiantes compraban los alimentos a pocos metros de la escuela, en el centro del municipio.
Carlos y Daniel debían retornar al plantel a la 1:00 de la tarde para continuar las clases pero ninguno lo hizo.
Los familiares de Carlos esperaban que él volviera a casa a las 6:00 p.m., como de costumbre, pero quienes llegaron fueron unos compañeros para alertar a su madre de que los dos adolescentes habían desaparecidos.
El comportamiento de Carlos era normal, y no había expresado a sus allegados que tuviera problemas con alguien o que hubiera sido amenazado en los alrededores del Instituto.
De Daniel dicen no tener muchas referencias, únicamente que vivía en un cantón que está cercano al de ellos y que es hijo de un profesor.
Los padres de Hernández acudieron al puesto policial de San Miguel Tepezontes para reportarlo como desaparecido, en donde le prometieron que lo buscarían.
Según ellos, les han dado la espalda porque cada vez que llama por teléfono a la sede policial para preguntar si tienen alguna noticia de los adolescentes, los agentes ya no les responden.
“Un policía de San Francisco Chinameca que llegó a la casa me aconsejó que mejor yo lo saliera a buscar a los ríos y a los barrancos…”, relató entre lágrimas la mujer.
Ella manifestó que la misma inseguridad que se vive en el país ha frenado a la familia a salir a buscar a los estudiantes por su cuenta, sin acompañamiento de las autoridades.
“Ya no sé qué hacer, mi hijo lleva tres días y medio desaparecido, ya fuimos a la Policía y a la Unidad Antipandillas pero no hemos recibido respuesta. Yo lo que quiero es que me lo regresen ya sea vivo o muerto”, dijo su madre.
Los familiares de Hernández, quienes se han organizado para buscarlo, aseguran que él era un joven aplicado, no se metía en problemas y tampoco estaba vinculado a grupos delincuenciales.
El uniforme que vestían el día que desaparecieron es pantalón azul, camisa blanca y zapatos negros.
La familia Hernández pide a la ciudadanía que pueda dar información sobre le paradero de los estudiantes llamar a estos números telefónicos: 61713947 y 73053426.